Los doctores que conviven con ellos a diario, los ángeles de la guarda que acunan a niños
y a padres en la superación de esa enfermedad, escuchan la pregunta
casi a diario. «¿Cómo es posible que una criatura tenga cáncer?»
Alrededor de mil casos nuevos de niños se producen cada año, con un porcentaje de curación alto,
según explican los médicos. Dicen que aproximadamente un veinte por
ciento se queda en el camino, pero aquí o allá cada niño da una lección de vida incluso cuando más cerca está de la muerte. Como los toreros.
«Ser padre te sensibiliza ante cualquier cosa que le pase a los niños»
Lo expuso en su brillante y humana intervención el doctor Luis Madero, presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP): «Estos niños tienen muchos de esos valores que rodean a la Tauromaquia, el sacrificio, la superación, la ambición por mejorar. Los niños comparten muchos valores contigo». Ese contigo se refería Julián López «El Juli»,
emocionado ante las palabras del hombre que convive con esta «cuadrilla
de niños toreros» en el Hospital Niño Jesús. Por todos ellos y por los
de toda España la figura madrileña protagonizará el próximo 31 de mayo su gesto más solidario: matará seis toros (de Domingo Hernández y Garcigrande) en Cáceres a beneficio de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (Sehop) y la Federación de Padres de Niños con Cáncer (Fepnc).
Motivo perfecto
«Siento una especial satisfacción e ilusión porque voy a hacer el acto de generosidad más grande que
puede tener un torero -subrayó El Juli-, por lo que puede suponer
artística y físicamente. Llevaba cinco años sin hacer este tipo de
corridas; no encontraba el motivo para hacerlo». Y el matador ha hallado
el mejor de ellos, el solidiario: «Quería hacer algo que me llenara personalmente y me hiciera sentir bien, aportar algo con mi tauromaquia. Encontré el motivo perfecto para expresar mi tauromaquia por unas asociaciones que merecen la pena y lo necesitan».
El Juli toma aliento en un veloz silencio. Ahonda en su yo más íntimo: «Ser padre te sensibiliza ante cualquier cosa que suceda a los niños, el cáncer es una enfermedad que sufren los niños y sus familias.
Si con esta corrida puedo ayudar a un solo niño, me sentiré orgulloso y
habrá merecido la pena, y espero que pueda ayudar a más de uno».
Extremeño de adopción
Será en Extremadura, donde transcurre su día a día, donde sus hijos crecen. «No es casualidad que sea en Cáceres.
En Extremadura vivo y recibo un trato especial, me siento extremeño y
estoy muy agradecido a una tierra que me hace sentir como en casa».
También tuvo palabras de elogio para la empresa Lances de Futuro, capitaneada por José María Garzón: «En unos momentos inquietantes en el mundo el toreo, hace una apuesta por una idea de espectáculo y de fomentarlo.
Y los toreros debemos dar un paso hacia delante y apoyarlo». El
empresario animó a la gente a llenar la plaza por esta importante causa y
a colaborar a través de una fila 0.
también intervinieron Tomás Acha, presidente de Sehop, y Jesús María González,
portavoz de Fepnc, en una presentación que abrió y cerró Madero. Fue un
broche de agradecimiento al torero, «al que se une el valor
incuestionable de la filantropía»,
y un ensalzamiento de la Tauromaquia, «que debe trascender a la
sociedad civil con actos así, en este caso con un nexo de unión de la
categoría de El Juli». La ciencia de su toreo a beneficio de de la medicina y la investigación. Lidiar seis toros por los niños que batallan con torería en ese ruedo de cristales y cloroformo, por aquella niña de sonrisa inmortal y rosa
que se marchó horas antes de que esta máxima figura y José Tomás se
mostraran en carne viva en terreno extremeño, un San Juan de Badajoz. Torear por una causa con nombre y apellidos. Todo de la mano de Julián López «El Juli».
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