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El Ciclón de Jerez se libra de la cornada en una impresionante voltereta y corta la única oreja por la espada de un buen toro de Jandilla
Las cuadrillas atienden a Padilla tras la terrorífica voltereta sufrida en el primer toro
EFE
De milagro escapó Juan José Padilla. Todavía casi no se había acomodado la gente, el gentío del sábado feria. Librada la larga cambiada en la puerta de toriles y otras dos más en el tercio, a pies juntos se le venció el torazo de Jandilla. Por la ingle la taleguilla rajada y Padilla hecho un ovillo de dolor en el suelo. Blancos los forros afortunadamente cuando el corro de asistentes despejó el albero.
Un pantalón vaquero pirata para El Pirata. Y de nuevo fresco. Como si nada. Como un gato. El toro quedó muy entero en el caballo y apretó al Ciclón de Jerez en banderillas. Embestía fuerte el domecq en la muleta. El pecho por delante más que la cara colocada. Pero con recorrido. Ante los apuros, por los costillares la vuelta, la revuelta, la 'reolina'. Una batalla y un último atragantón al entrar a matar. Inocua la espada tendidísima. Y muchos descabellos. (Unos espontáneos antitaurinos se tiraron en defensa del animal a toro muerto, claro).
Miguel Abellán resolvió de cuasi perfecta estocada. Otro tipo de jandilla. Más descolgado. Abellán también se había ido a portagayola. Entre el espadazo y el saludo, una faena a la que le faltó continuidad. De la embestida probablemente. Sangró mucho el toro, que se fue apagando.
A Fandi le tocó el remiendo de Fuente Ymbro y resultó el mejor de los jandillas. Fina la cara que anunciaban unas armónicas hechuras. 'Belicoso' se llamaba. Y de 'Belicoso' nada. Fandila lo cuidó en el caballo, quitó por zapopinas y explotó en banderillas. La faena fue al por mayor. A bocajarro, a granel. La ejecución del volapié dejó media en sitio mortal. La petición no pasó el filtro.
Padilla cambió los 'jeans' por un vendaje y el jandilla brutote por otro gordote y santo varón. Chochón de bueno. Mejor todavía por el izquierdo. El Ciclón de Jerez le cortó la oreja por una estocada de lenta ejecución en todo lo alto, digo. Disfrutó la vuelta al ruedo con parada en todas las estaciones. Destino final la boca de riego para coger un 'puñaíto' del albero. Y al corazón. Siete vidas he apurado, decía la canción de Antonio Flores.
Altísimo era el acaballado e impropio quinto de Borja Domecq. Abellán brindó a José María Manzanares, que ocupaba una contrabarrera. Y leyó perfectamente la embestida por una mano derecha que la esperaba retrasada y por abajo. Tres tandas de torero entendimiento que se perdieron al insistir por el pitón desagradecido del uro o lo que fuese aquella mula.
Fandi puso la Maestranza en pie con los palos ante un sexto de hechuras ideales. Cuatro pares, cuatro, de largo recorrido. Hasta parar al jandilla marcha atrás con una potencia de cuádriceps asombrosa. Ahí los tendidos se rindieron. Y a lo peor también el toro. Fandila, que tan variado es con el capote, puso el piloto automático con la muleta. Volvió a agarrar media estocada mortal de necesidad y se le despidió con un estruendo de ovaciones.
Yo, que había comido con Curro, me fui de la plaza así como con la cabeza baja, como cuando no nos entendían...
FICHA DEL FESTEJO
- Plaza de toros de la Maestranza. Sábado, 25 de abril de 2015. Undécima de feria. Casi lleno. Toros de Jandilla y uno de Fuente Ymbro (un 3º fino y muy bueno por las dos manos); de serias y diferentes hechuras; embistió fuerte y bruto el cuajado 1º; bondadoso y chochón el grandote 4º; muy alto el acaballado 5º; sin continuidad el noble y sangrado 2º; se quedó mucho el 6º.
- Juan José Padilla, de purísima y oro. Media estocada muy tendida y siete descabellos. Aviso (ovación). En el cuarto, gran estocada (oreja).
- Miguel Abellán, de corinto y plata. Estocada (saludos). En el quinto, pinchazo, media estocada y descabello (silencio).
- El Fandi, de coral y oro. Media estocada (petición y saludos). En el sexto, media estocada (saludos).
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