Sobresalen Joao Moura y Luis Valdenebro en una tarde en la que el rejon de muerte evitó un premio mayor.
CARLOS PALACIO
Otra vez tuvo que hacerlo todo el jinete con el manso y distraído cuarto,
que careció de celo y siempre embistió con la cara alta. El portugués, después
de castigar desigualmente con "Dubai", asumió riesgos a lomos de
"Aquiles", con el que quebró en la cercanía en terrenos
comprometidos, para provocar las rácanas embestidas del manso, ya fuera en
chiqueros o cerrado en tablas. El punto estaba alto y, tras una lidia vistosa y
acertada lida, cerró bien con las cortas y un rejón definitivo muy efectivo
sobre "Dalí". La oreja fue el premio justo a una gran lidia.
Tampoco tuvo demasiado celo el segundo, al que se fue a recibirlo a la
puerta de chiqueros con el marsellés en la mano para después dejar dos rejones
no muy igualados sobre "Perseo". Ya en banderillas, con
"Cheke" el toro se paró y el tordo ataco de largo, muy de frente,
para cambiar el viaje luego con cercanía y precisión, aunque a la hora de
clavar Andrés Romero no estuviera acertado. Más tino tuvo cuando montó a
"Bambú" y a "Chamán", pero la faena nunca tomó verdadero
vuelo y terminó enfadando al personal con sus fallos con el rejón de muerte a
toro parado.
Se movió mejor el colorado quinto, aunque con "Perseo" y
"Conquistador" no tuvo ajuste no precisión. Ganó en vistosidad, eso
sí, sobre "Guajiro", con el que hizo piruetas y quiebros ceñidos,
pero su labor lidiadora de cara al toro y la colocación de los palos siguió
siendo su cuenta pendiente. Tampoco acertó matando.
Más alegría tuvo el tercero, el más liviano de todos, al que paró bien Luis
Valdenebro, a pesar de una pasada en falso, con "Berlinde", pero las
ovaciones se las llevó con "Escondido", un imponente castaño morcillo
con el que templó larguísimas y templadas carreras de costado después de batir
bien a pitón contrario y estar acertado en la colocación de los palos. El noble
y fijo toro tuvo fondo para aguantar largos galopes cosido a la barriga del
caballo y le quedó motor para seguir a "Mosca", tras los ajustados
quiebros, el mejor de ellos, el tercero, esperando la embestida del toro. Su labor
llevaba buen ritmo, pero tampoco estuvo muy acertado con las cortas u el rejón
de muerte sobre "Atlas" y el premio quedó en silencio.
Cerró bien los círculos en corto con "Berlinde" para parar al
sexto bis, que tuvo buen tranco, y alegró con las batidas "Truhán",
que supo llegar bien a la cara para provocar las ya escasas arrancadas del
mansito. Valdenebro ofreció la grupa de su montura por los adentros y templó
alguna carrera de costado con buen son. Más ceñimiento tuvo sobre "Bailarín",
en una faena que fue ganando enteros por su limpieza, precisión y buen sentido
de la lidia. Los dos palos cortos y las levadas con "Atlas", dejaron
su labor en un punto alto, camino del premio, pero Luis se falló con el rejón
de muerte y el trofeo se esfumó.
FICHA DEL FESTEJO
Madrid — Feria de San Isidro. Vigésima segunda de abono. menos de tres cuartos de
entrada en tarde calurosa.
Cinco toros de Benítez Cubero y uno de Pallarés (3º), reglamentariamente
despuntados y de correcta presentación y hechuras. 1º, serio y rematado,
desrazado y aquerenciado. 2º manso y parado; 3º, con buen tranco, fijeza y
nobleza; 4º, manso y aquerenciado; 5º con buen tranco y fijeza; y 6º, sobrero,
sustituto del lesionado devuelto del hierro titular, bueno para el caballo.
Joao Moura hijo: Silencio y oreja.
Andrés Romero: Silencio y pitos al saludar.
Luis Valdenebro: Ovación y silencio.
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