Dos orejas y una Puerta Grande se ganó Fandila ante sus paisanos; Cayetano paseó dos orejas a su raza y una pesó Ponce en un trasteo al cuarto de suprema elegancia
MARISA FERNÁNDEZ
'He ahí la cuestión' que diría Shakespeare. La plaza ha pedido las dos orejas para Enrique Ponce, tras la lidia del cuarto toro de la tarde, pero la presidencia sólo ha concedido una. Y en ese momento, ya estaba la polémica servida.
Si bien es cierto, que Enrique Ponce, frente a este toro de la ganadería de Peña de Francia, ha dado una nueva lección de maestría, con mucha rotundidad, templanza, ligazón y entrega, con series con la mano derecha que han tenido unos muletazos de muchísima calidad y han calado hondo en los tendidos de la Monumental Frascuelo. También, podríamos achacar a la faena, la poca presencia que ha tendido la mano izquierda, ya que era el pitón menos potable del toro, que se ha entregado por el derecho, pero no por el izquierdo, y quizás la estocada, también un 'pelín'delantera.
La presidencia, concedió la primera, que es del público, pero no la segunda que es de su potestad, y tuvo que soportar una sonora bronca.
Antes de eso, y tras guardar un minuto de silencio en memoria del matador de toros Manolo Carra, Enrique Ponce recibió al primero de la tarde que inauguraba esta feria del Corpus. Faena de mucho mérito la realizada frente a este ejemplar al que Ponce, le sacó más de lo que tenía, y permitió dejar entrever las ganas con las que venía.
El Fandi, se llevó las dos orejas en el esportón del quinto. Y aquí, vuelve a hacerse presente la misma pregunta ¿Una o dos? Con la plaza entregada, y el mismo entregado a la lidia, desde el inicio hasta el final, además, contó con un toro colaborador, que le permitió esta entrega total y el disfrute máximo. Por el izquierdo esta faena también adoleció de una mayor rotundidad, pero en esta ocasión, la espada fue más certera, y sí se llevó los dos apéndices.
Ya había cortado otro más del segundo de la tarde, tras un tercio de banderillas en el que destacó un quiebro espectacular, y una faena de muleta en la que tuvo que realizar un sobresfuerzo para evitar que su oponente no se rajara. El público pidió el apéndice y la presidencia lo concedió.
Lo mismo sucedió con Cayetano, el público, pidió el apéndice que es de su potestad en cada uno de sus toros, y la presidencia lo concedió al ser potestad de éste. Cayetano, en ambos toros, volvió a mostrar la clase que le caracteriza y la templanza. Muy enrazado en el sexto, y con mucha variedad en el primero, ha salido a hombros de Granada en su temporada de reaparición.
Al final, las orejas, son despojos. Unas veces ruedan las cosas para cortar más y otras para menos. Y como despojos que son, quizás son lo menos importante. Quizás lo importante es el recuerdo con el que se va el que sale de la plaza. He ahí la cuestión.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Granada. Primera de la Feria del Corpus.
Toros de Jiménez, Olga Jiménez y Peña de Francia.
Enrique Ponce, ovación y oreja.
El Fandi, oreja y dos orejas.
Cayetano, oreja y oreja.
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