Morante, afanoso y roto con el cuarto. El Juli, más natural y siempre poderoso. Castella, magistral e inspirado firmó una contundente faena al tercero. Gran tarde, todos a hombros en el fin de Feria.
EMILIO TRIGO
Morante, afanoso y roto con el cuarto. El Juli, más natural y siempre poderoso. Castella, magistral e inspirado firmó una contundente faena al tercero. Gran tarde, todos en volandas en el fin de Feria incluido el mayoral. Lleno hasta la bandera.
Seis toros de Zalduendo esperaban en la plaza de toros de Roquetas de Mar para la tercera y última corrida de su Feria ante un público que llenaba las localidades del gran coso andaluz. En el cartel, el sevillano José Antonio ‘Morante de la Puebla’, el madrileño Julián López ‘El Juli’ y el francés Sebastián Castella.
Se podría decir que la tarde terminó feliz y también que fue el triunfo de lo bien hecho. Y es que, en Roquetas, todo ha salido a pedir de boca. Las cosas bien planificadas tienen la recompensa apropiada. Hoy el buen quehacer de la terna de figuras, tuvo ese gran premio de la Puerta Grande. Ha sido el triunfo de todos.
El sevillano lanceó a gusto al abreplaza con varias verónicas de muñecas dormidas. A la postre lo más sentido y artístico de su labor. Dos varas, recibió el primero en un castigo injustificado. Morante se enfrentó a un toro justo de raza con movilidad pero diciendo poco. Se justificó de sobra en una labor tesonera en la que hubo algún detalle aislado. Una actuación de tono medio que no terminó de contentar a nadie. Silencio. Hasta llegar a la muleta no habían pasado grandes cosas. Más ganas por parte de todos que la realidad del ruedo aunque todo era jaleado. La disposición de Morante invitaba a la ilusión colectiva. El de la Puebla brindó al respetable su segundo oponente. Un Zalduendo dulce, noblón que se dejó torear mucho. Al principio protestaba un poco pero Morante con porfía lo rebajó. Faena de inspiración sevillana y gracia única con un toro entregado y un torero pasándoselo muy cerquita. Hubo desajustes, pero también dulzura con un toreo ligado y reposado. Por el derecho, sus trazos eran casi circulares y al natural profundos. Todo sin forzar, para recuerdo, como su gran espadazo. La estocada lo tiró sin puntilla incrementando así su triunfo. Dos orejas.
Muy animoso Julián con el capote. El recibo a pies juntos mezcló las verónicas y los delantales. Posteriormente el quite también unió chicuelinas de mano baja con medias y adornos en un pasaje muy aplaudido por el respetable. La faena de Julián ante el segundo muy natural con un toreo fluido y sin encorsetamientos. ‘El Juli’ pasajeó a su oponente por ambos pitones con suavidad y ligazón imprimiendo estética, mando en su trazo. Al madrileño se le vio parsimonioso sin prisas y con regusto. Oreja al buen hacer. Ante el quinto, cortó la oreja necesaria que le abría la Puerta Grande. Juliánofreció la versión poderosa ante las asperezas del bravucón. Soltó la cara en todo momento en quinto, lo que obligó a ‘El Juli’ a tocar fuerte abajo y a exigir para doblegarlo después. El toreo de Julián fusionó la quietud, con la firmeza, en una labor ascendente siempre. También hubo tiempo para la ligazón y el toreo de zurdas. Más compacto a diestras y espaciado en tiempos al natural. A veces el toro imprimía velocidades dispares pero Juli lo pulseó con gran criterio. El colofón fueron unas lopecinas muy ajustadas y mandonas. Oreja tras pinchazo.
Sebastián Castellaestuvo muy metido desde que recibió al tercero. Castella mostró variedad con el percal, tijerinas, verónicas, chicuelinas y larga cambiada en los medios de broche. Tremendo susto al cerrar, se escapó de milagro porque el toro se le fue al pecho. La lidia entró un pequeño desorden con un toro apuntando entrega y movilidad. Sebastián tras cumplir con su astado en varas le enjaretó un gran quite por chicuelinas y tafalleras. Brindó al público. El francés comenzó con un cambiado por la espalda engarzado con dos circulares en los medios. Estallido inicial que mantuvo hasta el final.
Maciza, ligada y en definitiva compacta labor de Sebastián ante un buen oponente de Zalduendo.
Cierto que se movió con clase pero a veces venía algo rebrincado. Castellamandó y pulió todo a base de naturalidad y mucho torero fluido. Gran labor con toques de inspiración que estropea con la espada. El triunfo era incontestable pero lo perdió todo. Silencio. Sebastián ante el sexto estuvo insistente y con recursos. Planteamiento de faena fiel a su capacidad personal y estilo técnico. Un toro al que había que buscar en su interior para sacarle el fondo. Lo adivinó Castella pero le duró poquito porque elZalduendo se vino a menos. Sebastián consiguió ligar en series largas algo que parecía imposible por la poca colaboración de su astado. El francés puso su ley marcando el terreno y pisando los espacios comprometidos. No hubo la rotundidad del primero, pero sí la superioridad de la exposición técnica. Dos orejas tras aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Roquetas de Mar, Almería. Tercera de Feria. Corrida de toros.
Seis toros deZalduendo, bien presentados de buen juego en general.
José Antonio ‘Morante de la Puebla’, silencio y dos orejas tras aviso.
Julián López ‘El Juli’,oreja y oreja.
Sebastián Castella, silencio y dos orejas.
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