Abellán, Janeiro y Fandiño brindaron una gran tarde ante un encastado encierro de La Cilla, puro Aldeanueva que volvió a recordar la gran embestida de esta rama; Fandiño cuajó de rabo al sexto
JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Miguel Abellán, Víctor Janeiro e Iván Fandiño hacían el paseíllo esta tarde en la plaza de toros conquense de Motilla del Palanar, en el marco de la corrida de su Feria. En corrales, un encierro de Aldeanueva esperaba a la terna.
Poca fijeza y ninguna humillación tenía el primer toro de Aldeanueva, un astado que iba con la cara por las nubes en el capote de Domingo Siro. Tras el inicio sometedor por bajo, le sacó una buena tanda de naturales que hizo primera en redondo de su faena. Abellán se debió sobreponer al tranco mansurrón del castaño para aguantarle los parones en seco que le propinaba en los embroques, esperando siempre al torero. Se quería marchar el toro y, entre miradas a las tablas, Abellán consiguió hacerse con su viaje manso. Muy seguro anduvo con el acero para meterle la espada un punto desprendida.
También echaba la cara arriba el segundo, un toro que no dejó lucirse a Janeiro de salida y que empujó al peto del piquero para que, poco después, hiciera con más voluntad que estética un quite por chicuelinas el de Ubrique. Sacó nobleza cualitativa el toro en el inicio de faena para que le imprimiera gusto en el inicio muleteril Víctor. Sacó muletazozs con empaque, pero fue nobilísima la embestida de un toro a más. Tras las manoletinas finales al gran toro y una estocada final, le cortó las dos orejas.
De seria estampa era el tercero, un astado al que Fandiño recibió a pies juntos y que se movió con boyantía en los primeros tercios. Tras el inicio muleteril, en el tercio y a pies juntos, protestaba el toro tras el muletazo, lo que hacía incómodo estar frente a su cara. También tuvo que tragarle Iván a diestras en el ecuador muleteril, rajándose el toro un punto, pero mostrando un tranco encastado. Terminó su faena por bernadinas, quedando muy cerca de los pitones y en un palmo de terreno lograr la tanda más emocionante de su labor. Con la espada, el de Orduña dejó una estocada que valió la oreja.
Largo y huesudo era el cuarto, un toro al que Abellán quitó con más lucidez que en el recibo por chicuelinas, provocando al de La Cilla. Le faltaba al toro la continuidad para que el toro pudiera ligar los muletazos, por lo que debió tirar Miguel de voluntad para abrochar las tandas, que era cuando quedaba parado el de La Cilla. En el mismo centro del anillo tiró de muletazos en redondo el madrileño y, aunque de medio viaje, logró completar Abellán varios de ellos sueltos para meter en el canasto al respetable y, tras pinchazo y estocada, cortar la oreja.
e faltaban finales en los muletazos al quinto y Víctor Janeiro logró encelarlo para cortarle una oreja final.
Destacaron Miguel Martín y Jesús Arruga en las banderillas del sexto de la tarde, un toro al que ya recibió Fandiño a pies juntos a la verónica. Se descalzó tras brindar al ganadero y tuvo el astado una embestida encastada en el inicio de faena. Le faltaba final en la primera tanda por el derecho, pero le sonsacó y aprovechó la inercia Iván para llevarlo largo por ambas manos y conseguir tandas meritorias. Por manoletinas cerró la mejor faena de la tarde en una tanda que llegó con facilidad a los tendidos manchegos. Con la espada, el vasco le dejó estoconazo que le valió los máximos trofeos.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Motilla del Palancar, Cuenca. Corrida de toros. Más de media plaza.
Seis toros de La Cilla, encastados, nobles y a más. Extraordinario el sexto. Era la primera corrida de toros que lidiaba con este hierro.
Miguel Abellán, dos orejas y oreja.
Víctor Janeiro, dos orejas y oreja.
Iván Fandiño, oreja y dos orejas y rabo.
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