Desgraciadamente el pobre juego del encierro de Medina Ibarra impidió el lucimiento de los toreros a excepción del cuarto
RODRIGO PEREA
Se conmemoró el vigésimo séptimo aniversario de la Plaza de Toros el Relicario de Puebla con una corrida nocturna que presentaba un interesante cartel, pero que desgraciadamente el pobre juego del encierro de Medina Ibarra impidió el lucimiento de los toreros. A excepción del cuarto toro, que fue el más noble y manejable, y que permitió a Juan José Padilla cortar la única oreja del festejo, la corrida de la ganadería hidrocálida fue en general deslucida y mansa. No hubo duda de la disposición de los diestros ante los astados, pero bien sabemos que Dios dispone, el torero propone y luego llega el toro y lo descompone.
Juan José Padilla recibió con dos largas cambiadas de rodillas al cuarto de la tarde, un negro mulato justo de hechuras. El toro se fue del caballo con tres medidos puyazos. Ante la petición general, Padilla fiel a su concepto pone banderillas y levanta la ovación. Inicio de faena con rodillas en la arena y el toro apunta emotividad y humillación, sobre todo por el pitón derecho. El diestro jerezano entiende bien la condición del toro y le maneja los tiempos correctamente para someter su embestida y ligar buenos derechazos. Después de seguirse gustando corriendo la mano derecha, Juan José le hace un temerario desplante que cala en el tendido. Por el lado izquierdo el toro tiene genio y se engancha entre cada muletazo. Después de un final de faena por molinetes de rodillas, deja un pinchazo hondo y luego una estocada entera atravesada para recibir una oreja ante la petición del tendido.
El primero de la tarde fue un negro bragado de bonitas hechuras que metió bien la cara en el saludo por verónicas del español. Se va suelto del caballo. Banderillea Padilla a complacencia de la afición. Después del brindis al tendido, Juan José lo trastea pero percibe la falta de fuerza del burel. Muy dispuesto Padilla lo trata de enganchar en los muletazos pero al toro le cuesta repetir. Faena de tesón y voluntad. El toro mansea y tiene peligro al protestar en la embestida, lo que no deja estar a gusto al diestro. Estocada tendida y luego de cuatro descabellos escucha el primer aviso, posteriormente mata de estocada trasera y caída. Palmas.
Arturo Saldívar sorteó con el peor lote de la corrida que no le dejó posibilidad alguna ni de torear ni mucho menos de triunfar. El segundo de la noche, un castaño bragado con poco trapío, desde que tomó el capote de Saldívar mostró una embestida descompuesta e incierta. Manseó en el caballo y después destacó Diego Martínez en banderillas. Arturo inicia la faena en los medios muy dispuesto pero el toro es muy parado. A lo largo de la faena el toro fue descastado, tuvo genio y poca claridad. Con las pobres embestidas con la cara apenas a media altura, el torero jaliciense no vio ninguna posibilidad. Después de cuatro pinchazos escuchó un aviso, luego de media estocada muy baja tomó el descabello y mató hasta el séptimo intento. Pitos después de haber escuchado dos avisos.
El cuarto de la corrida fue un cárdeno bragado justito de hechuras y de fuerza. Apenas un picotazo en el caballo. Saldívar brindó la faena a la concurrencia poblana. Elegante inicio de faena a pies juntos pero el toro fue un pastueño que vino a menos muy pronto. Arturo muy dispuesto le buscó las embestidas y a pesar de la poca humillación del de Medina Ibarra, Saldívar estuvo muy asentado. Toro sin emoción ni transmisión alguna que apenas toma la muleta y busca siempre las tablas entre cada muletazo. Estocada baja trasera y dos descabellos. Silencio.
Sergio Flores recibió a la verónica al justo cárdeno chorreado que salió en tercer lugar. En el caballo el toro no empujó y, después de un deslucido tercio de banderillas, Sergio Flores le planteó al toro un inicio de faena con quietud y torería, pero ante el deslucimiento y la poca clase del ejemplar, poco pudo hacer. Por el pitón derecho el toro tiene apenas media embestida y por el izquierdo nada que hacer. Estocada tendida y atravesada, escuchó un aviso y luego de dos descabellos, pincha dos veces para finalmente despachar al burel con una estocada baja. Silencio.
En sexto lugar salió un negro zaíno chico y con poco trapío. Lo saludó gustándose a la verónica Sergio Flores. Ante el puyazo el toro se va suelto. Muleta en mano, Sergio liga una buena serie por derechazos en los medios. El toro tiene movilidad y repite. Sergio corre la mano derecha con gusto y hondura; al toro cada vez le cuesta más tomar los engaños, pero el de Apizaco le planta voluntad. Por el izquierdo el toro es muy parado y Sergio insiste con buen oficio. Logra trazar muletazos de mérito ante un toro venido muy a menos que no le dejó mayores posibilidades. Estocada caída y el tendido pide la oreja. Ovación y salida al tercio para el torero tlaxcalteca.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros El Relicario de Puebla. Poco más de media entrada en noche fresca y despejada.
Se lidiaron seis toros de Medina Ibarra deslucidos en juego y presentación; destacó el noble cuarto.
Juan José Padilla (verde botella y oro): palmas después de escuchar un aviso y oreja.
Arturo Saldívar (azul noche y plata): pitos tras escuchar dos avisos y silencio.
Sergio Flores (celeste y oro): silencio tras escuchar un aviso y ovación.
Incidencias: los nombres de los toros fueron en memoria de la recién fallecida madre del ganadero.
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