"Seguir creciendo, evolucionar, no estancarme... Todo eso me preocupa más que el valor"

Andrés Roca Rey encara optimista los retos del futuro: "Espero no desaprovechar la oportunidad tan bonita que tengo por delante"

 

APLAUSOS

Estamos ante la figura de un torero internacional. Forjado en su Perú natal, Roca Rey se reafirmó en México y ahora conquista Europa. Viene pisando fuerte pues en apenas tres años ha conseguido debutar de luces, hacerlo con picadores y tomar la alternativa. Una historia, la suya, que aunque lleva pocas hojas escritas lo ha hecho con letras de oro. Su presentación en Madrid como novillero le cambió radicalmente su devenir profesional. Sevilla, Pamplona, Santander o Bilbao fueron algunos de los compromisos que siguieron a la cita venteña y donde el peruano tuvo la posibilidad de mostrar el mimbre del que está hecho. Nimes, por la Feria de la Vendimia, fue la culminación de un sueño, el de su alternativa. Logroño, la confirmación de que está preparado para competir con los grandes y Lima, su tierra, el último aldabonazo de tres años meteóricos con la conquista del Escapulario de Oro.

En su caso es una realidad que ha vivido desde bien pequeño el mundo del toro. Hermano del matador de toros Fernando Roca Rey, su tío José Antonio fue rejoneador y su abuelo perteneció durante bastante tiempo a la administración de la plaza de toros de Lima, el mágico escenario de Acho, por lo que era casi inevitable que su camino fuera de la mano de la Tauromaquia. “Toda mi familia siente verdadera pasión y respeto por este mundo”, cuenta Andrés en el número de esta semana de la edición impresa de APLAUSOS. “Gracias a eso han entendido a la perfección que ser torero es mi vocación y que no hay nada que pueda frenarlo. Desde primera hora siempre me apoyaron todos, mi padre, mi madre, mis hermanos… Están felices si yo lo estoy y desde que me vine a España yo soy feliz. Por más que nos extrañamos, pues son muchos los kilómetros que nos separan, somos todos felices”, desvela el diestro durante la charla con nuestra compañera Rocío Fernández.

Roca Rey acaba de cumplir uno de sus sueños desde que acudía con su familia a ver toros en Acho: ganar el Escapulario de Oro de la Feria del Señor de los Milagros. Lo ha conseguido este año, en el que era su debut como matador en el ciclo más importante de Perú. “Es una de esas cosas que uno sueña de niño. Fue una tarde muy bonita, la disfruté muchísimo. Cortar cuatro orejas en mi tierra y compartir cartel con un torero de toreros como Enrique Ponce, que además es el torero de Lima, es de esas cosas por las que uno entrena y se esfuerza”.

Roca todavía se encuentra en plena temporada americana. Durante los meses de invierno toreará en cuatro países del continente americano: Perú, México, Colombia y Ve­ne­zuela. En un principio tiene previsto sumar entre 15 y 20 corridas de toros. “Es importante no desconectar y estar delante del toro y sobre todo del público. Espero que me valga para estar preparado para dar la talla que quiero en la temporada española y no desaprovechar la oportunidad tan bonita que tengo por delante”.

Los próximos compromisos son en Cali (Colombia) el 27 de diciembre; Manizales (Colombia) el 5 de enero; Duitama (Colombia) el 10; Puente Piedra (Colombia) el 16; San Cristóbal (Venezuela) el 31; Medellín (Colombia) el 6 de febrero; Autlán de la Grana (México) el 9 y la Monumental de México D.F. el 14 para confirmar la alternativa tomada el pasado mes de septiembre en Nimes.

-¿Qué es lo que más le preocupa de todo lo que está por llegar?, pregunta nuestra compañera al torero.

-Seguir creciendo, evolucionar como torero, no estancarme... Todo eso me preocupa más que el valor, por ejemplo. El valor se tiene o no se tiene y en mi caso trataré de cuidarlo, pero crecer en la profesión y ser mejor torero, eso es algo que depende exclusivamente del esfuerzo que desarrolle cada uno delante de la cara del toro.