El maestro se encerrará con seis toros en Istres y dará la cara en las principales ferias, con una tarde en San Isidro
Enrique Ponce, en Las Ventas - IGNACIO GIL
ROSARIO PÉREZ - CharoABC
Tres décadas en los ruedos no son nada. Y si no, que le pregunten a un maestro de maestros, a una de las más grandes figuras que ha parido un arte universal. Enrique Ponce, que debutó en público en 1986 y tomó la alternativa en 1990, continúa con la afición del chiquillo que soñaba con ser torero. Prueba de ello es que en junio (el día 19) se encerrará con seis toros en el coso francés de Istres, donde ha cuajado faenas de sensación.
Pero no solo en Francia verán al matador de Chiva. Las principales ferias de España serán testigo de sus faenas este 2016, una temporada que cuenta con el necesario revulsivo de los emergentes y con los que el veterano artista también quiere medirse.
Después de un glorioso periplo por tierras americanas y obras catedralicias -aún le restan compromisos en Venezuela y México-, estrenará su calendario español en Olivenza en un cartel que completan José María Manzanares y Alberto López Simón. Y si en tierra extremeña se medirá con el gran revolucionario del pasado año, en la Maestranza lo hará con otro de los jóvenes con madera para ascender a la cumbre: Andrés Roca Rey. En la Feria de Abril, el sábado de preferia, Ponce hará el paseíllo junto al peruano y con una de las figuras más queridas por la afición maestrante, Manzanares, quien ha cosechado en el Baratillo tardes de Puerta del Príncipe. La ganadería: Juan Pedro Domecq.
Antes, no faltará a la cita de Fallas. Ni a La Magdalena de Castellón. Y después también tiene previsto torear una tarde en San Isidro. Las conversaciones van por muy buen camino y Enrique Ponce, que dará la cara en los principales ciclos, se anunciará en un cartel estelar.
Además, y aunque parece difícil que la idea cuaje, según ha podido saber ABC, alguna empresa de plaza de primera le ha ofrecido la opción de matar seis toros en territorio ibérico.
Enrique Ponce, incombustible. Como el primer día. Como una máxima figura. Así que pasen los años...
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