El novillero sevillano se presentará en Las Ventas el próximo domingo con ganas de refrendar lo conseguido en la campaña pasada.
"Busco la pureza del toreo, la verdad, lo que ya lograron maestros como Antoñete, Bienvenida o Paco Camino"
El novillero sevillano ganó el certamen de novilladas nocturnas de La Maestranza en 2014 TOROMEDIA
Llegan aires del sur a Las Ventas para la primera novillada de la temporada en el coso de la calle Alcalá. Junto a Miguel Ángel León y al también debutante José Ruiz Muñoz, se presenta como novillero el sevillano Pablo Aguado. Tras una primera temporada con los del castoreño, en la que fueron una quincena los compromisos que pudieron ser más de no ser por una fuerte cornada y una lesión de escafoides, y con notables actuaciones como carta de presentación llega a la "primera plaza del mundo" en el arranque de una temporada que ha de ser clave en su carrera.
Es de Sevilla coso del Baratillo es uno de los puntos clave en la carrera del novillero. Tras cortar tres orejas en los festejos sin caballos de promoción nocturnos en 2014 se proclamó vencedor del certamen. Esto le sirvió para "coger ambiente de cara al debut con caballos en la feria de Olivenza de 2015. Todos sabemos el caché que da comenzar temporada en Olivenza, el mundo taurino está pendiente de lo que allí sucede. Yo corté dos orejas a un novillo del maestro Juli, y tuvo mucha repercusión".
Valora como "muy positiva y bonita" esta primera temporada como novillero con caballos, "he participado de las ferias de novilladas más importantes y he cosechado buenos resultados", aparte de Sevilla, donde cortó una oreja el 4 de junio; Francia es otro de los escenarios importantes. Sabe lo que es triunfar en plazas como Bayona; en la próxima Feria de Pentecostés estará en Nimes, y sin ir más lejos, esta andadura de 2016 la empezó el pasado 28 de marzo en Mugron.
Torero clásico, busca la "pureza del toreo, la verdad, lo que ya lograron maestros como Antoñete, Bienvenida, Paco Camino o Curro Vazquez", a los que admira; pero sin perder de vista por el retrovisor de la historia a Joselito "El Gallo", a quien define como "el rey de los toreros, por la gracia, y el gusto que le ponía a todo. Sin duda es un espejo y un referente".
Viene a Madrid con la mente preparada, sabiendo que en la primera plaza del mundo se exige, "todos tenemos en la cabeza faenas que nos gustaría realizar, pero no siempre se puede; recuerdo en Sevilla la tarde de la lesión de escafoides, como fue una gran tarde a pesar de que no realicé la faena soñada. Hubo que tirar de raza y coraje, pero para eso también hay que estar mentalizado".
La novillada de Hermanos Sánchez Herrero la ha visto en fotos, sabe cómo es el novillo de Madrid, pero una cosa tiene clara "el tamaño me da igual, novilladas fuertes he matado bastantes, lo único que me preocupa es que embista. Por la procedencia es una novillada con mucho cuerpo. ¡Ojalá pueda expresar como siento el toreo!".
A pesar de que han pasado los años desde que el día de su primera comunión se pusiera delante de una becerra por primera vez "y salió de aquella manera", el constante afán de perfeccionamiento, de procurar una tauromaquia con sentimiento pero profunda en la que no concibe "el toreo sin sentirlo muy dentro, porque si no sería pegar pases, y eso es muy diferente a torear" mantiene a Pablo Aguado con la misma ilusión de aquel niño de apenas 9 años.
Consciente de que esta temporada le esperan citas de importancia, sabe que la primera parada del tren es este domingo en Las Ventas y que ha de subirse en ella; y que tras ello vendrán Nimes, Sevilla y Valencia en julio, además de otras tantas que le servirán para rodarse de cara a una alternativa soñada que se presume a principios de la temporada que viene.
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