Sobre la base de la técnica y el temple, el valenciano corta una oreja en cada toro y sale a hombros
Un enfibrado Iván Fandiño y Daniel Luque pasean un trofeo.
Íñigo Crespo
Fotos: JULIÁN LÓPEZ
Su segundo, alto
y nada humillador, embistió midiendo sin entrega ninguna. Ponce sacó a
escena su consistencia técnica y su capacidad lidiadora para componer
una labor de incuestionable mérito en la que ligó dos series importantes
sobre la mano derecha. Faena con muchos matices e instantes prodigiosos
de mente despierta que le valió su segunda oreja.
Iván Fandiño sorteó por delante un toro bien hecho y
reunido que tuvo movilidad y buenas intenciones por el pitón derecho,
sin embargo las virtudes que apuntó le duraron apenas dos tandas.
Enfibrado anduvo el vizcaíno con su oponente al que recibió con buenos
lances con el capote y al que cuajó una faena intensa que tuvo momentos
vibrantes sobre la mano derecha. El inicio con pases cambiados en el
centro tuvo altura. Mató de una estocada trasera y paseó una oreja.
Deslucido y geniudo el quinto, fue un animal violento que llevó siempre
la cara alta y no desarrolló más peligro por su falta de poder. Fandiño
hizo un esfuerzo por ganarle la acción en una faena de firme tesón.
El tercero se movió y aunque fue manejable le costó
humillar. Daniel Luque compuso una labor de menos a más que ganó enteros
en su tramo final gracias a las luquecinas que llegaron mucho
al tendido y a la rúbrica de un espadazo. El jabonero que hizo sexto
resultó deslucido, midiendo y exigiendo mucho. Faena de Luque en la que
quiso más que pudo y que careció de brillantez. Mató de una estocada
caída y un golpe de descabello y fue silenciado.
Guadalajara, domingo 3 de abril de 2016. Matinal. Corrida goyesca.Toros de El Ventorrillo (1º bis). Bien presentados, corrida variada de comportamiento que careció de clase y muy en el límite de la raza y la fuerza. Mejores los tres primeros y deslucidos los dos últimos. Enrique Ponce, oreja y oreja; Iván Fandiño, oreja y ovación con saludos tras aviso; Daniel Luque, oreja y silencio tras aviso. Entrada: Dos tercios de plaza.
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