El mirobrigense torea la tarde del Dos de Mayo en Las Ventas, una plaza con la que se siente muy identificado, en el debut de Joselito como ganadero
Juan del
Álamo pasea un trofeo en la feria de San Isidro 2014, en Las Ventas
Alberto R. Roldán |
Madrid.
– ¿Cómo
afronta la cita goyesca del Dos de Mayo?
–Bajo una
responsabilidad muy alta porque me juego parte de la temporada en Madrid,
contando con esta primera cita en la que tengo concentradas todas las migas y
de la que espero mucho. Estoy con la conciencia puesta en que me juego mucho
esa tarde y que lo que pase en Madrid puede formar parte de la temporada.
–¿Qué
sensaciones tiene?
–Las sensaciones
son de mucha angustia, con muchos cambios de humor pero bueno, es lo que supone
una cita como ésta. Muchos altibajos en la forma de estar pero al final las
sensaciones son buenas. He estado en el campo entrenando y estoy en un momento
importante, donde he adquirido más madurez. Es el momento para dar ese paso
definitivo.
–Su
temporada puede depender de su paso por Madrid. ¿Cuáles son sus objetivos?
–Sobre
todo, estar al nivel de exigencias, conseguir lo que me estoy proponiendo que
es que llegue ese triunfo importante y me sirva para hacerme mejor torero y
para posicionarme mejor en este principio de temporada. Esos son mis objetivos:
hacerme más grande y mejor torero.
–En la
feria de San Isidro 2014 le designaron como el «Torero Revelación». ¿Siente
mayor presión por ello?
–Yo creo
que Madrid, en mi caso, es la plaza que más me ha dado. Cuando apenas tenía
corridas de toros, Madrid me puso a torear en plazas de primera, entrar en las
principales ferias y es una plaza con la que me he sentido identificado y me he
encontrado muy agusto. Tengo que ir con esas sensaciones, con las que me he
quedado hasta ahora y con esas son las que voy.
–Cortó la
primera oreja de la feria y su brindis fue nada menos que al rey Felipe VI.
¿Cómo vivió aquellos momentos?
–Fue
difícil de expresar, no sólo como torero sino como español, que esté el Rey en
la plaza y tú toreando yo creo que es algo muy importante para las personas que
lo sentimos fue muy grande. Las sensaciones fueron muy bonitas y con una
responsabilidad y exigencia máxima a mí mismo.
–Eso se
transformó en el primer trofeo de San Isidro.
–Sí,
corté la primera oreja de la feria y fue muy grande. Sumándolo a mi otra tarde,
con Pedraza de Yeltes, el resultado final fue importante en mi paso por Madrid.
–Este año
vuelve con la misma ganadería. ¿Qué significaría para Juan del Álamo un rotundo
triunfo en Las Ventas en plena feria?
–En
Madrid es difícil matar las mejores ganaderías, a priori porque luego nunca se
sabe, si no tienes cabida en los carteles con esas ganaderías que pueden
resultar ser las mejores, aunque luego nunca se sabe porque hablamos sobre el
papel. De no ser así intento ir con una ganadería exigente, que transmita
emoción, como yo creo que puede ser lo de Joselito y Pedraza de Yeltes porque
están en un momento muy encastado, empujando mucho en los caballos y están
teniendo mucha actitud en la plaza. Como a Madrid uno tiene que ir mentalizado
a dar el paso de verdad, tiene que apostar también con estas ganaderías, que
tienen casta y bravura. Madrid te quiere ver entregado y dispuesto en todo lo
que haces, y el toro tiene que ser colaborador, y si no lo es, que al menos
tenga ese punto de emoción que hace falta para que la disposición sirva de
algo.
–¿Ha
cambiado sus objetivos de este año respecto a la temporada pasada?
–Sí. Cada
año alomejor puedes tener objetivos parecidos, pero según van pasando y vas
consiguiendo más oficio y más madurez, te vas pidiendo y exigiendo más. Lo que
sí tengo pendiente y quiero es estar en los carteles, en las principales ferias
y ser un torero respetado. Ese es mi objetivo principal y en el que puedo
coincidir con los años pasado.
–Este
año, su primera gran cita fue en la Feria de Fallas donde debutó en la plaza y
salió a hombros con una mala corrida de Fuente Ymbro. ¿De qué manera vivió ese
primer gran triunfo?
–Yo creo
que aunque fuera importante cortar dos orejas a principio de temporada y en una
plaza de primera, es un éxito importante. Lejos de lo que yo puedo expresar
todavía como torero, pero no cabe duda que esa racha de triunfos es la que hay
que seguir y también en algunos momentos eso te puede servir como motivación
para venirte arriba, sobre todo ahora que viene Madrid; pueden ser los momentos
más difíciles del año y haber venido de triunfar en plazas de primera es bueno
para mí y para todos los toreros.
–¿Cómo ha
sido su preparación de la temporada?
–He hecho
mucho campo, entrenamiento físico y toreo de salón, pero ahora centrándome en
Madrid y, bueno, cuando empecé en Valencia también era matar toros, hacer mucho
físico y querer estar metido en la profesión con la cabeza puesta en el toro.
–Porque
prepararse mentalmente es casi o más importante que hacerlo físicamente...
–Sí, yo
creo que para todos los toreros lo más importante es tener corridas a la vista,
que es lo que te da motivación e ilusión. En mi caso, en el invierno cuando uno
entrena con el sacrificio que uno hace, esa ilusión y esa motivación es
únicamente por torear y por tener corridas de toros, que es lo que ilusiona
más.
–Hay
quienes no saben por qué se anuncia en los carteles como Juan del Álamo si su
nombre es Jonathan. ¿Por qué decidió hacerlo así?
–A estas
alturas no sé si se puede decir que también me llamo Juan (risas). Viene de mis
inicios de cuando estaba en la escuela e inicié mi apoderamiento con Guillermo
Marín y Jesús Benito. Empecé a salir de las novilladas a competir y queríamos
un nombre que sonara más torero, así que buscando y buscando salió éste, a
consecuencia de que al principio entrenaba en el Villar de los Álamos, la finca
de Guillermo, –de ahí viene «Del Álamo»– y lo de Juan es la traducción al
español de mi nombre. Cuando me llaman por mi nombre suele ser alguien más
cercano, de mi familia, pero en esta profesión hay que buscar un sello propio y
un nombre más identificativo porque como el torero no triunfe, no hay forma...
(risas).
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