El diestro peruano firmó una gran tarde, el palco le negó la Puerta Grande pero la afición le llevó a hombros hasta el hotel.
Andrés Roca Rey cautivó anoche al público de Juriquilla (México), donde formó un auténtico alboroto en el sexto de festejo, en una faena que el juez sólo premió con una oreja. A pesar de ello, el enfervorecido público llevó en hombros a Roca Rey hasta el hotel, en una señal de total admiración y devoción por el torero peruano.
El limeño saludó al primero de su lote con mucho gusto toreando a la verónica, para ejecutar después un emocionante quite por saltilleras y tafalleras. Roca Rey inició por alto la faena de muleta, en la que a base de valor y firmeza de plantas consiguió recetar importantes series de muletazos a un toro muy venido a menos.
Los cambiados por la espalda en el epílogo de faena pusieron el ¡ay! en boca del público de Juriquilla, que tributó una gran ovación a Roca Rey tras finiquitar al astado de pinchazo y estocada, lo que le privó de tocar pelo.
Roca Rey recibió al sexto con una larga de rodillas y un ramillete de verónicas toreando de hinojos en el albero, poniendo la plaza en auténtica ebullición. El torero peruano inició faena de muleta en los medios con cuatro cambiados por la espalda de máximo ajuste y de una gran emoción. Roca Rey, después de torear a placer, con temple y hondura, redondeó su gran actuación con una estocada en todo lo alto, lo que provocó la fuerte petición de dos orejas para el peruano, quedando en una por decisión del juez de plaza.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de Juriquilla (México). Lleno. Toros de Fernando de la Mora, de
variado juego. El primero, Fandango N° 60 con 536 kg, indultado.
Joselito Adame: dos orejas simbólicas y aplausos.
El Payo: silencio en su lote.
Andrés Roca Rey: ovación con saludos y oreja con fuerte petición de la segunda.
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