La dedicatoria del torero «a meselinas, meretrices, suripantas...» en La México dio la vuelta al mundo
ROSARIO PÉREZ- CharoABCTorosMadrid
Hay muchos brindis populares, como el de un novillero que toreaba en la Condomina y dedicó su faena «a Murcia y a todos los murciélagos».
Histórico e inmortal es el discurso de Cúchares cuando toreó en París una corrida organizada por la emperatriz Eugenia. Como el espada vio que en tierra francesa a todo el mundo se le llamaba «vous» -que él oía «Bu»-, hizo este brindis al emperador, la emperatriz y el heredero: «A Bu, a la señora de Bu y al Busito chico».
Toreaba en Zaragoza Ignacio Sánchez Mejías y dedicó faena a su amigo Pérez de Guzmán de esta guisa: «Te brindo la muerte de este toro y espero que la Virgen, la nuestra, la del Rocío, y no ésta, la del Pilar, me ayude». ¡Menudo revuelo se armó en la plaza! Los maños sentían que había despreciado a la Pilarica.
Pero si hay un brindis que ha dado la vuelta al mundo es el deRodolfo Rodríguez «El Pana», que dedicó su última faena en la Monumental de México a las prostitutas. Así se expresó el Brujo: «Quiero brindar este toro, el último toro de mi vida de torero en esta plaza, a todas las daifas, meselinas, meretrices, prostitutas, suripantas, buñis, putas, a todas aquellas que sacieron mi hambre y mitigaron mi sed cuando El Pana no era nadie, que me dieron protección y abrigo en sus pechos y en sus muslos, base de mis soledades. Que Dios las bendiga por haber amado tanto. ¡Va por ustedes!»
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