El joven novillero sevillano, herido muy grave este domingo en Las Ventas - rotura de venas safena y femoral-, fue operado de nuevo de madrugada para practicarle un bypass en una intervención que duró más de cuatro hora
Instante en el que el novillo de Guadaira coge al sevillano Rafael Serna cuando se disponía a darle muerte. JUAN PELEGRÍN / LAS VENTAS.COM
Novillero vocacional y veinte años de edad. Un sinfín de ilusiones por delante. Bético de cuna y taurino de corazón, Rafael Serna impactó el domingo en Las Ventas. Por su toreo, su despaciosidad y por la entereza con la que se taponó con la mano el muslo derecho cuando la sangre manaba tras una puñalada certera y seca del sexto novillo de Guadaira. Entró a matar por derecho. Le hirió el animal con la vertiginosa celeridad de un rayo. La punta antinatura del utrero le atravesó hasta romperle en dos las venas safena y femoral. Se encogió Madrid como sólo esa plaza se encoge cuando siente el dolor sangriento en la piel de un valiente. Un choque de trenes. Un instante amargo. Un cruce entre la tragedia y la pasional vocacional de Rafael Serna.
"La cornada fue muy seria por las roturas sufridas en las venas safena y femoral que provocó una hemorragia muy fuerte y produjo una trombosis secundaria que se ha podido solucionar por un bypass del que ha salido satisfactoriamente", afirma el doctor Máximo García Padrós, cirujano jefe de la plaza de toros de Las Ventas. "Nos dimos cuenta pronto de que se trataba de una cornada muy severa, que atraviesa el muslo por completo, y lo que hicimos fue coser la vena femoral para asegurar el riego ascendente", subraya.
De familia muy vinculada a la fiesta de los toros, Rafael Serna es hijo de un famoso compositor sevillano, autor del himno del Real Betis Balompié y pregonero de la Semana Santa de Sevilla, la más universalmente conocida. Personalidad y distinción. Alumno de la Escuela Taurina de Sevilla, alumno de Luis de Pauloba, ese excepcional interprete de la verónica nacido en Aznalcollar y que la espada y sólo la espada le privó una y mil veces de ser un torero de culto.
Las decisiones, la serenidad, la sabiduría, los conocimientos de Don Máximo García Padrós salvaron la vida de un Rafael Serna que se presentaba en Las Ventas tras haber cortado hace tres semanas una oreja en su Maestranza de Sevilla. "La intervención más delicada fue la que se le practicó de madrugada en el Hospital porque hubo que hacerle un injerto, lo que se denomina bypass, de un trocito de vena de la pierna izquierda para colocarla en la parte que contusiona la arteria femoral de la pierna derecha", explica el cirujano quien precisa: "La intervención salió bien y ahora hay que ser prudentes porque en este tipo de operaciones no se deben tomar decisiones ni evaluar definitivamente hasta que transcurran entre cuarenta y ocho y setenta y dos horas".
Salvados los dramáticos instantes iniciales, los ojos del propio novillero, de su entorno, de sus apoderados y en general de los aficionados, se focalizan en un futuro que en este caso se presiente más largo de lo que se puede pensar en un principio. "La recuperación será larga porque un injerto como este necesita una regeneración arterial que lleva su proceso y su tiempo", admite el doctor García Padrós. "El torero va a tener que estar anticoagulado durante un tiempo, como cualquier otro enfermo de estas características, porque de lo contrario se podrían formar coágulos y trombos que crearían muchos problemas añadidos", justifica el cirujano.
Explicado de otro modo. El bypass practicado debe compactarse con la artería. "Claro. Lo que se ha hecho es un trocito de vena de una pierna se ha suturado a la artería de la otra pierna y por tanto esa parte debe arterializarse y mientras eso no ocurra, el paciente debe llevar un tratamiento como cualquier otro enfermo a base de anticoagulantes para evitar que se le formen trombos", especifica Padrós.
Con esta hoja de ruta sobre la mesa, la temporada para Rafael Serna es una incógnita. Su apoderado José María Almodóvar no quiere precipitarse pero confía en que pueda llegar a las primeras estribaciones del mes de agosto en plenas facultades. "Estamos en manos de los médicos y en función de los plazos que ellos nos indiquen actuaremos", adelanta el mentor. "Rafael tiene mucha ilusión por torear en Huelva pero no sé si podremos llegar, estamos hablando del 3 o 4 de agosto. El mes de julio lo damos por perdido y ahora tenemos que estar con contacto con los médicos que serán quienes nos den plazos y procedimientos para actuar en un futuro inmediato", admite.
No fue el único torero que cayó corneado en Las Ventas el domingo. El sexto atrapó a Serna como el quinto lo había hecho con un colombiano de Popayan, en el corazón del Valle del Cauca: Guillermo Valencia. Una cornada en la zona escrotal de 10 centímetros. Menos tortuosa la cornada pero deberá permanecer ingresado al menos dos días más, mientras sana la herida y deja de sangrar la zona intervenida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario