Thomas Dufau, silenciado en su lote
Jean Louis Haurat
Fotos: ROLAND COSTEDOAT
Bautista recibió al enmorrillado cuarto por verónicas con
las dos rodillas en tierra, seguidas de tres chicuelinas y una
serpentina de remate. El toro entró dos veces al caballo, empujando en
el primero con fuerza y saliendo suelto del peto en el segundo. Castella
quitó por chicuelinas y revolera y Bautista, muleta en mano, realizó
una faena técnicamente acertada, iniciada en los medios con una serie de
derechazos en los que acometió el toro con claridad. Siguió toreando
con gusto y temple por ese pitón y, al natural, el toro se vino abajo.
Entró a matar en la suerte de recibir, dejando dos tercios de espada y
empleando después el descabello. Palmas al toro y oreja para el torero.
Castella veroniqueó bien al segundo, rematando con una
media en el centro del ruedo. El toro se movió por los dos pitones.
Entró topando al caballo y apenas se le castigó, haciendo sonar los
estribos en la segunda entrada. Se acostaba por el pitón izquierdo en
banderillas y esperaba a los banderilleros. Faena de mérito de Castella,
que supo retener al toro y, al mismo tiempo, alargas sus embestidas.
Faena técnicamente muy buena sobre los dos lados, preferentemente por el
pitón derecho. Labor de menos a más. Terminó porfiando con el toro,
venido a menos, dando dosantinas y manoletinas. Estocada caída y
trasera. Oreja tras aviso.
El quinto fue un toro muy bien hecho, ancho,
enomorrillado, que tuvo dos encuentros con el caballo, un primero
violento y saliendo suelto y un segundo romaneando. Castella abrió la
faena con un pase cambiado en los medios frente a un animal de embestida
descompuesta y que tuvo medio viaje. Parado, aplomado, apenas se
desplazaba. El francés lo pasaportó con facilidad tras una labor en la
que no fue posible el lucimiento.
Con largas capoteras recibió Thomas Dufau al tercero, que
entró dos veces al caballo, cumpliendo en el primer encuentro y
castigándosele de forma casi simbólica en el segundo. Bautista entró en
quites toreando por chicuelinas y revolera. Inició Dufau la faena de
hinojos, con cinco pases por alto y otro de pecho ya de pie. El animal
resultó sosón, tardo y rápidamente apagado. Embistió como dormido. Hubo
dos series potables por el pitón derecho. Tres pinchazos sin soltar,
estocada contraria y descabello. Silencio tras aviso.
Abanto de salida el sexto, pareció que iba a servir en el
último tercio. Se lució con los rehiletes Marco Leal en dos pares
extraordinarios. Dufau abrió la faena con cambiados por la espalda para
seguir sobre la mano derecha en series correctas, pulcras ante un animal
que tuvo el defecto de calamochear y puntear los engaños.
Bayona (Francia), 31 de julio de 2016. Toros de Montealto,
bien presentados, todos cuatreños, de muy diferentes volúmenes -el más
pesado, 630 kilos, y el menos, 528 kilos-. Corrida falta de raza en
conjunto. Juan Bautista, silencio y oreja; Sebastián Castella, oreja tras aviso y silencio; Thomas Dufau, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Dos tercios. Saludó en banderillas tras dos pares extraordinarios al sexto, Marco Leal.
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