Paco Ureña torea en Las Ventas el de 2 de mayo la primera Goyesca de su vida en mano a mano con Diego Urdiales
"No voy a competir ni con Diego ni con nadie, sólo miro por mí, por expresar todo lo que llevo dentro", asegura
Vuelve a su plaza, regresa a Madrid. Paco Ureña en estado puro. Un escenario que le atrae porque le envuelve en un sentimiento de libertad que asegura no sentir en ninguna otra plaza del mundo. "Las Ventas me da la vida, es la plaza donde más libre me siento, la única donde soy plenamente feliz y la única en la que no me importa que me pase cualquier cosa", desvela el murciano con una media sonrisa de incógnita, como quien aguarda un instante efímero de felicidad sincera: "Está tardando mucho en llegar el 2 de mayo, quiero que llegue pronto. Para mí es muy importante sentir el aliento de la afición de Madrid. Para curar mi alma y alimentar el espíritu".
Son muchas las sensaciones vividas en Las Ventas. No es nuevo. Lo sabe él mejor que nadie. Desde aquel naufragio psicológico de mayo de 2015 hasta una obra mayúscula de desgarro y pureza en Otoño del mismo año, desembocando en todo lo que sucedió durante el último San Isidro en que se convirtió en el torero más de Madrid de todo el escalafón. Caló su mensaje, su autenticidad, su constante búsqueda de la felicidad, su pureza. Caló Ureña. "No hay palabras para describir lo que siento cuando pienso en Madrid", admite, antes de responder a quien puede preguntarse si Las Ventas siente una deuda afectiva hacia Ureña o Ureña con Las Ventas: "Soy yo quien estoy en permanente deuda con Madrid porque en esa plaza soy yo, no hace falta buscar excusas. La afición de Madrid me entiende como soy y yo les entiendo a ellos".
Habla Ureña de felicidad en Madrid. ¿Cómo se describe esa sensación?. "Libertad es llorar, reír, emocionarse, estar en paz, romperte por dentro. La libertad es remover el espíritu, saltar al vacío, no dejar lugar a lo previsible", contesta.
Se habló de encerrarse con seis toros en Madrid durante San Isidro. "Me gustaba la idea, es un sueño que tengo y casi una obsesión. Es una idea que encaja en mí y encaja en los aficionados. Se hará", reconoce Paco Ureña que se siente: "Un privilegiado por torear en Madrid mi primera goyesca y encima la más importante de la temporada junto con Ronda".
Enfrente, Diego Urdiales. Otro torero con argumento y sello de artista, dicen. Mano a mano. ¿Será en realidad un duelo o una corrida de dos matadores?, "Cada uno iremos a lo nuestro, por lo menos yo.
No voy a competir ni con Diego ni con nadie, busco sacar lo mejor de mí, lo más profundo de mi tauromaquia y mirar hacia al frente, nunca a los lados. Admiro mucho a Diego Urdiales pero creo que el arte no es competencia sino sentimiento", responde el murciano, quien explica que "ha sido la vida quien me ha enseñado a no mirar nunca más a los demás y sólo mirarme a mí. La felicidad es vivir uno mismo y no pensar en lo que hacen los demás".
A nadie oculta que si hay un candidato para abrir la Puerta Grande esta temporada en Madrid es Paco Ureña. Es su momento, así se siente y se verbaliza entre aficionados y profesionales. "Me da mucho miedo pensar en eso. No quiero pensar en la Puerta Grande y si alguna vez me asalta ese pensamiento, enseguida lo evito. No quiero flagelarme pensando en algo que solo será el resultado final de mi compromiso personal", reflexiona.
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