La inminente entrada en vigor de la ley de toros «a la balear» parece conducir a la desaparición de la Fiesta
Paquirri, Talavante y Cayetano lidian
esta noche, a partir de las nueve y media, en un encierro de Núñez de
Tarifa
Los toros de Núñez de Tarifa, en los corrales del coso de Palma de Mallorca - Coliseo Balear
JOSEP MARÍA AGUILÓ Palma De Mallorca
La plaza de toros de Palma acogerá este jueves, a partir de las nueve y media de la noche, la que podría acabar siendo la última corrida celebrada en el Coliseo Balear. La incógnita sobre ese posible epílogo se resolverá en los próximos meses, cuando se conozcan las consecuencias exactas de la puesta en marcha de la denominada ley de toros «a la balear», aprobada el pasado mes de julio por el Parlamento autonómico.
La nueva norma, que aún no ha entrado en vigor, no prohíbe expresamente los festejos taurinos en las Islas, pero fija numerosas restricciones para su celebración, como por ejemplo la de que no se hiera o se mate al toro. Ello significa que en el futuro sólo se podrán utilizar capotes y muletas, pero no banderillas ni estoques. El propósito implícito de esta ley promovida por el PSOE, MÉS y Podemos es hacer inviable en la práctica la continuidad de las corridas en Baleares. De momento, el Gobierno ha anunciado ya que presentará un recurso contra dicha ley ante el Tribunal Constitucional.
¡Libertad, libertad!
El jueves de la pasada semana tuvo lugar el primero de los dos festejos previstos este verano en Palma. El cartel estaba conformado por El Fandi, Sebastián Castella y Juan José Padilla, que salió a hombros tras haber cortado dos orejas. Los tres diestros fueron recibidos con gritos de «¡Libertad, libertad, libertad!». Ese clamor sin duda volverá a ser repetido hoy por parte de los miles de aficionados que acudirán a la plaza para ver a Francisco Rivera Ordoñez, Alejandro Talavante y Cayetano Rivera Ordoñez, que torearán reses de la ganadería de Núñez de Tarifa. Tal como ocurrió hace una semana, también se espera la presencia de antitaurinos en las inmediaciones del coliseo.La ley aprobada recientemente por el tripartito no sólo prohíbe herir o matar al toro. El texto también establece que se podrán torear un máximo de tres reses por festejo y por un periodo de tiempo no superior a los diez minutos o que no se podrán hacer servir caballos en los cosos. Asimismo, no se podrá vender alcohol y estará prohibida la entrada a los menores de 18 años. Por otra parte, los empresarios y promotores deberán abonar fianzas previas por un importe global mínimo de 300.000 euros. Por lo que respecta a las sanciones, pueden alcanzar los 100.000 euros en los casos más graves.
Además, las licencias para la realización de cada festejo concreto serán concedidas por los respectivos consejos insulares. Otro requisito fijado por la proposición de ley aprobada en julio es que se hará «un control antidopaje» de los toros y de los diestros «antes y después del espectáculo». Con posterioridad, tras una revisión veterinaria, las reses serán devueltas a la ganadería que las suministró.
Primera regulación
Cabe recordar que la primera regulación de los festejos taurinos en Baleares fue aprobada por el PP en 1992. La Ley de Bienestar Animal permitía las corridas de toros con una única restricción, que era la prohibición de la entrada a los menores de 16 años.Con la llegada del tripartito, en el verano de 2015, las cosas empezaron a cambiar. Así, el Ayuntamiento de Palma declaró la ciudad «municipio libre del maltrato animal y antitaurino» el 30 de julio de aquel año. Posteriormente, el Parlamento regional empezó a tramitar una reforma de la Ley de Bienestar Animal que implicaba la prohibición de que se pudieran celebrar corridas de toros en las Islas. Esta iniciativa legislativa fue aparcada de manera definitiva tras conocerse en octubre del pasado año el dictamen del Tribunal Constitucional contrario a la prohibición de los toros en Cataluña. Fue en ese momento cuando los componentes del tripartito decidieron empezar a redactar una ley completamente nueva, que es la que el pasado mes de julio fue aprobada por la Cámara balear.
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