En volandas se fue el galo el día de la alternativa de Jesús Enrique Colombo, que no tuvo suerte con su lote de de Puerto de San Lorenzo como tampoco Ginés Marín
SEBASTIÁN ARENAS
El de la alternativa del
venezolano fue Chicharro, uno de 485kg negro del Puerto de San Lorenzo
que metía la cara y humillaba de salida. Fue colocado por el aspirante a
matador y se arrancó a media distancia pero se no recibió un buen
puyazo. Le hizo un quite por una apretada primera chicuelina y una
aplaudida larga cambiada de rodillas que caló en el tendido; quien luego
le pidió a él mismo poner las banderillas. Muy vistoso fue el segundo
tercio, que frente a un toro tardo que no quería recibirlos cerrado en
tablas utilizó recursos para gustar y puso ocho palitroques. Recibió los
trastos de su padrino, Sebastián Castella, y brindó su primer toro a su
padre. Tras un complejo inicio de faena, queriendo en tablas el torero
pero luego entendiendo que el toro quería otros terrenos, le puede tres
series por el derecho dejándole la muleta en la cara al final del pase
para poder ligar. Lo intentó por el izquierdo pero ya no tenía enemigo,
Chicharro se había rajado y quería su querencia. Dejó tres cuartos de
estoque caído pero efectivo. Ovación.
El segundo, “Linero”, fue
pitado de salida, pesaba 490kg según la tablilla pero estaba escurrido
de carnes y era algo terciado. Mucha bronca para que lo cambien, dándole
la espalda al ruedo y gritando “otro juez”. Terminó pinchando Castella
una faena que pasó desapercibida por los pitos y los pedidos de que
“abrevie por respeto.”
Con 536kg salió el tercero,
de nombre Chicharra, para Ginés Marín. Recibió una vara mal colocada y
luego le hizo un quite por gaoneras. Lo recibió con unos ayudados con
mucha torería y así lo sacó a los medios. Iba pegando arreones en las
dos primeras series por el derecho, tomando un poco mejor el engaño por
el otro pitón pero siempre son sosería y sin transmisión. Una serie de
bernadinas despertaron a un sector del público pero lo pinchó en dos
oportunidades y lo descabelló casi una decena de veces. Silencio.
El cuarto era Vicioso y
cargaba con 597kg de peso. Recibió un buen puyazo del picador y fue
aplaudido; y después un buen quite por chicuelinas, también celebrado
por los tendidos. Pidió el cambio de tercio antes del último par y
brindó al público. Tan ovacionada fue la primera serie que arrancó con
cambiados por la espalda y ligó por la derecha que hizo sonar la banda.
Lo toreó con temple y despaciocidad por el mismo pitón y arrancó los
olés de la gente. Alternando y señalándole la embestida perdió recorrido
el toro. Se pegó un arrimón sacándoselo por la espalda y lo fulminó de
una ligeramente caída pero sin puntilla. Dos orejas excesivas.
Todas las esperanzas
estaban puestas en el sexto que se llamó Resistemucho y tenía 550kg. Lo
recibió Colombo con bonitas verónicas belmontinas, pero este también
tenía poca fuerza y perdía las manos. Le tocó un pique trasero pero su
matador pidió el cambio dejándolo crudo. Él mismo puso las banderillas,
donde destacó el segundo al quiebro en un muy aplaudido tercio. De
rodillas fue la primera serie; extraña elección para un toro sin fuerza
aunque comprensible por la búsqueda de transmisión. Buen derechazo
metiendo al toro en su muleta en una obra que iba a más. Remató con
luquesinas y lamentablemente para todos con una atravesada con
exposición y varios intentos con el descabello. Palmas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Acho, Lima. Quinta de la feria del Señor de los Milagros. Corrida de toros. Dos tercios de entrada.
Toros de Puerto de San Lorenzo.
Sebastián Castella, silencio y dos orejas.
Ginés Marín, silencio y silencio.
Jesús Enrique Colombo, que tomaba la alternativa, ovación y palmas.
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