LIMA: FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS
Carlos Castillo
Emotiva y vibrante resultó la primera corrida de
abono de la Feria del Señor de los Milagros en la que se alzó como el
gran triunfador el matador peruano Joaquín Galdós, quien cortó tres
orejas y salió a hombros de la plaza. Andrés Roca Rey le pudo acompañar
en la salida triunfal, pero la espada le privo de hacerlo ya que sólo
cortó un apéndice. Enrique Ponce que abría cartel no tocó pelo al no
tener material necesario para conseguirlo.
Enrique Ponce, ovación y palmas tras aviso.
Andrés Roca Rey, oreja y palmas.
Joaquín Galdós, oreja y dos orejas.
Enrique
Ponce pecho con el peor lote. En su primero puso de manifiesto su
maestría para entender y conseguir muletazos lucidos a un toro
rebrincado, que se defendía y que nunca se entrego, pero el torero supo
someterlo, para llevarlo toreado con temple y mando por el pitón
derecho en medio de las ovaciones de los asistentes, ya que por el pitón
izquierdo se vencía peligrosamente. Faena muy superior a su oponente,
por lo después de dejar media estocada atravesada agradeció la ovación
desde el tercio de la plaza. En el segundo de su lote, un invalido, sin
fuerzas, que se caía constantemente sobre el albero, a pesar de su
férrea voluntad por conseguir faena buscando que agradar no se le tomo
en cuenta por las limitaciones de su oponente. Tras fallar con el acero,
escucho un aviso de la presidencia y palmas de la concurrencia.
Andrés
Roca Rey brilló con su toreo arrollador y de cercanías consiguiendo
cortar una oreja al segundo toro de la tarde, tras una labor en la que
primó la variedad con el capote y la profundidad, cadencia y toreo de
manos de bajas con la muleta. Tuvo la capacidad y conocimientos
necesarios en su labor muleteril, no exenta de pases efectistas, por lo
que a pesar de matar de estocada desprendida pero de rápidos efectos
obtuvo premio. En el quinto pudo obtener otro apéndice tras una faena de
entrega, mando y valor, metido entre los pitones de su oponente que no
tuvo trasmisión, buscando por ambos lados que redondear faena. Su
contundente actuación combinada con pases cambiados, molinetes, y
circulares fueron del gusto de los aficionados, pero que lamentablemente
no remato con la espada y al final solo consiguió escuchar aplausos.
Joaquín Galdós fue el indiscutible triunfador, su actuación estuvo cargada de gusto, detalles y mucha torería durante toda la tarde en la que sorteo el mejor lote. Su
actitud y decisión para afrontar su estreno como matador de toros de
Lima fue a todo meter. Con el capote supo torear con gusto a los que le
correspondió en suerte haciéndose ovacionar. A su primero lo recibió con
larga cambiada y con la muleta le realizó una faena citando de lejos,
dando el medio pecho, consiguiendo muletazos ligados con calidad,
hondura y temple que calaron en los tendidos. Por lo que después de
de envainar una certera estocada se le concedió la primera oreja con
mayoritaria petición de la segunda. En el cerró plaza salió echar el
resto desde que recibió a su oponente a portagayola, para después con la
muleta torear con la despaciosidad natural de los elegidos, dándole su
tiempos, terrenos y distancias. Realizando una estructurada
faena ligada con ritmo, sentimiento y gusto, que fueron rematados con
artístiscos forzados de pecho, trincherazos y adornos. Finiquitando su
labor con una estocada entera en el sitio que le valieron el doble
trofeo.
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