El Ciclón deJerez se despedirá de los ruedos el próximo año en la Feria del Pilar
LORENA MUÑOZ
Emocionado, aunque satisfecho con lo conseguido, Juan José Padilla (Jerez de la Frontera, 1973) anunció este viernes su retirada de los ruedos. La de 2018 será la temporada del adiós, un año de despedida que servirá para poner el broche final a una dilatada trayectoria llena de triunfos y también de sufrimientos.
«Me voy con la emoción de haber conseguido más de lo que había soñado», aseguró el torero, que adelantó que será «una temporada dedicada a agradecer el inmenso cariño, respeto y apoyo que he recibido todos estos años, muy especialmente los últimos seis, que han sido el principal motor para que este Ciclón soplara con la fuerza que lo ha hecho».
La intención del diestro es hacer el paseíllo en todas aquellas plazas que le han tributado cariño y donde «ha dejado huella» durante su trayectoria, como Pamplona – donde sufrió otro de los graves percances de su carrera, cuando un toro de Miura le pegó una cornada en cuello en 2001–, Bilbao, Santander o Sevilla. «Será una temporada bonita, sin un número preparado de tardes ni el objetivo de liderar el escalafón, como ha ocurrido en este 2017», aunque avanzó que «seré fiel a mi filosofía y a la afición». Su propósito es estar en las plazas de España y Francia e incluso se plantea realizar alguna gesta, como por ejemplo una encerrona.
Su idea es comenzar en la Feria de la Magdalena de Castellón y terminar en la Feria del Pilar de Zaragoza, donde pondrá el punto final a veinticinco años de alternativa. «En esta plaza pudo haber acabado todo y, sin embargo, fue donde todo empezó», argumentó, en referencia a la grave cornada en la cara que sufrió en el coso de la Misericordia y que estuvo a punto de costarle la vida el 7 de octubre de 2011.
Noches de desvelo
Para Padilla, la decisión de su retirada es fruto de «muchas noches de desvelo, pero también de buenas sensaciones». «Me voy en mi mejor momento y con todo el respeto que tengo a esta profesión», aseguró el torero. También confesó que, aunque ha pasado momentos malos, «el toro me ha regalado otros con los que ni imaginaba, como la Puerta del Príncipe de Sevilla, el indulto en la Plaza México o haber matado seis toros en Bilbao». Subrayó que después del percance «ha pasado seis maravillosos años en los que he toreado más de 500 corridas de otro tipo de las que estoqueaba antes. No le puedo exigir más a la vida y ha llegado el momento de apartarme».En relación a lo que hará en el futuro, el torero de Jerez apuntó a que se dedicará a su familia y es posible que a algún proyecto relacionado con el mundo del toro. «Hago falta en casa, donde por mi profesión apenas he podido estar. Y también voy a dedicarme a otros proyectos profesionales, que no puedo avanzar aún». Para Padilla, su retirada «ha sido una decisión que he tomado yo y solo pido que Dios me ayude a colgar ese vestido de luces para poder dedicarme a otras cosas que también me apasionan».
El diestro estuvo acompañado por su padre, José Padilla, y sus hermanos Óscar y Jaime Padilla, ambos banderilleros, además de su compadre, el torero Finito de Córdoba y su apoderado y hombre de confianza, Diego Robles. «Mi familia me ha ayudado a cumplir un sueño en mi carrera, sobre todo cuando volví en Olivenza después de la cornada de Zaragoza, y en esta decisión también me ha apoyado», aseguró, antes de anunciar que iba a dedicar la temporada de su retirada «a la persona que más me ha ayudado: mi padre».
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