«Quien no ve la belleza está condenado a destruirla…» Así reza en el encabezamiento de la página web de Pascual de Cabo, el artista que ha pintado el cartel anunciador de la Feria de Jerez de la Frontera, donde es protagonista Morante de la Puebla.
El torero ha posado en el estudio del pintor alicantino, que ha trazado con sus pinceles un cartel de sabor antiguo, como de otro tiempo son los aires gallistas de Morante, tan torero, sentado en una silla con la pierna cruzada (como estampas en blanco y negro de otrora), sin sombrero y con la naturalidad por montera.
Cuenta el autor que ha sido sencillo trabajar con Morante como «modelo», un diálogo de tú a tú entre artistas y amigos. La inspiración no ha sido otra que la naturalidad del propio torero y el aroma a torería que rezuma. «Morante tiene ese arte que no me dan otros. Sus fotos son diferentes, su estética es perfecta. El cartel tiene esa inspiración del siglo pasado, con Jerez de fondo y José Antonio en una especie de acantilado, con un balcón para dar profundidad y una alegoría de flores», comenta De Cabo.
El pintor explica que el genio sevillano ha participado activamente en la composición del cartel: «Íbamos a poner una copa de un vino de Jerez, pero ensuciaba la imagen y decidimos eliminarla», pone como ejemplo. La técnica empleada ha sido óleo sobre tela de lino, «un material por excelencia en el que se debe trabajar».
Como aquellos tiempos en que los toreros se relacionaban con intelectuales, escritores, músicos y pintores, Morante de la Puebla «también ama eso de los maestros de antaño».
Pascual de Cabo, nacido en 1952 en Alicante, bebió de las fuentes taurinas por la amistad de su familia con los Manzanares, aunque con 16 primaveras marchó a Mallorca, donde, además de ser homenajeado, también ha sido criticado por sus pinturas relacionadas con el toreo. «Hay gente a la que no le parece bien que toque estos temas...», dice ahora, a caballo entre Tánger y La Puebla del Río.
Conocedor de las críticas de los aficionados a algunos carteles de temporadas actuales, como los de Sevilla, habla así: «Hoy parece que se tiende al absurdo. Se habla de la fama del artista y no de lo bueno que es el cartel. A veces quienes eligen los carteles no saben de arte y eligen a dedo por la fama de un autor. Pero no seré yo quien decida qué es arte...» Y no oculta que le encantaría ilustrar el calendario maestrante.
De remate, sus pinceles reflejan sin ambages que Morante es puro arte. «Si Morante no es arte, que venga Dios y lo vea». Palabra de artista.
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