martes, 15 de mayo de 2018

Paco Ureña: "Mi cara refleja la dureza del camino"


Vuelve este martes uno de los toreros más queridos por Madrid, que lo ha hecho suyo con el horizonte de la Puerta Grande.


Paco Ureña, que torea este martes en la Monumental de las Ventas, posa para EL MUNDO ANTONIO HEREDIA

Paco Ureña (Lorca, Murcia, 1982) es uno de los toreros predilectos de la primera plaza del mundo. Este lunes arranca su particular San Isidro, precisamente el día del patrón, formado por tres compromisos. Tras matar las corridas del Puerto y Cuvillo, cerrará la feria con la de Victorino Martín.

 "Soy el único torero anunciado con tres encastes distintos", reivindica el matador. Triple apuesta con el objetivo de lograr la ansiada Puerta Grande. El sueño de toda una vida, que se resiste a llegar. Pero la meta de Ureña está ahora más alta: "Daría mi vida por que me recordaran por mi forma de interpretar el toreo, por encima de los triunfos".

Un agosto de hace cinco años confirmó la alternativa en Las Ventas un torero prácticamente desconocido. Paco Ureña estaba a punto de cumplir siete años como matador de toros. En aquella tarde germinó un vínculo con Madrid que se ha ido fortaleciendo tarde tras tarde. ¿Qué ocurrió aquel día?
 
Fue un milagro. El mes anterior a esa tarde no conseguí dormir ni un día bien. Al entrar en la plaza me desapareció toda la preocupación. Sabía que era mi tarde. Y al final salvó mi vida (la oreja cortada a un toro de Martín Lorca cambió su suerte).
 
Años cargados de dureza, en los que la afición y la constancia fueron las claves. 
 
Mi historia es muy fuerte. Es impresionante como van desapareciendo los amigos cuando las cosas no van bien. Como te tratan de mal en muchos sitios que creen que no vas a ser nadie. Esas cosas marcan. Sigo sin ser alguien pero ahora veo las cosas distintas gracias a lo que he luchado. 
 
¿Qué significa la Monumental de las Ventas para usted?
 
Muchos dirán que para ellos Madrid es lo máximo y demás. Yo de verdad puedo decir que para mí Madrid lo es todo. Me cuesta trabajo ir a esa plaza a ver toros o pasar cerca. Es cuestión de respeto. Entiendo el toreo como una entrega todas las tardes, lo que le doy a Madrid es especial. 
 
La conexión con la capital es brutal. La afición se siente identificada con usted, pero sigue ahí la espinita de la Puerta Grande...
 
En Madrid lo he vivido todo. Sólo me falta ese gran triunfo. Tengo tardes de una carga espiritual tremenda. Tardes preciosas, tardes duras. Cornadas. La resurrección de la tarde que hemos hablado antes o la crueldad de la del toro de Fuente Ymbro. Conseguir la Puerta Grande es el sueño de mi vida, pero aspiro a algo más: renunciaría a todo por que se recuerde a Paco Ureña. Daría mi vida por que dentro de un tiempo se recordase mi forma de interpretar el toreo.
 
Habla con tranquilidad de la tarde más cruel que ha vivido. 'Agitador', de Fuente Ymbro, fue ensalzado y usted fue objeto de duras críticas. ¿Qué conclusión extrajo de aquella corrida del 2015?
Sin esa tarde no sería yo. Fue la más dura de mi vida. Entré en una depresión que me llevó a estar un mes en la cama. Creía que me moría. Fue duro. Ahora lo analizo, incluso veo el vídeo, y entiendo que no estuve redondo con el toro. Pero se hizo mucha saña conmigo, fue brutal. Cuando renací en Pamplona (cortó dos orejas a un toro de José Escolar tras una importante faena), volví a respirar. Al día siguiente me quedé a ver a los compañeros en esa plaza y me preguntaron en televisión por el toro de Fuente Ymbro. No me lo podía creer, acababa de "resucitar" y me seguían echando en cara el toro que se me había ido. La experiencia fue muy dura pero ahora puedo decir que fue lo mejor que me pasó. Me ayudó a crecer como hombre y como torero.
 
Este San Isidro está anunciado con El Puerto de San Lorenzo, Núñez del Cuvillo y Victorino Martín. ¿Ha escogido usted estas ganaderías o se las han impuesto?
 
Soy el único torero en la feria que se enfrenta a tres encastes distintos. Las tres ganaderías vienen bien a mi toreo y las he aceptado encantado. Creo que ahora que puedo elegir un poco más debo demostrar que mi compromiso con Madrid y con mi profesión es total. También te digo que me hubiese gustado competir con las figuras.
 
¿Por qué cree que su toreo encaja tanto con la afición más exigente?
 
Mi mayor obsesión es no defraudar al toro, que es el único que no miente en este mundo. Madrid sabe reconocer la autenticidad. Por eso trato de ser sincero cada vez que estoy con el toro. 
 
Domingo Ortega decía que para ser figura del toreo hay que aburrirse mucho. ¿Tanto hay que sacrificar para llegar a lo más alto?
 
Cualquier joven que sueña con ser figura se da cuenta rápidamente de la dureza del camino. Tienes que renunciar a muchas cosas pero lo haces convencido porque crees en ti, porque tienes un sueño. 
 
¿Le molesta que digan que vende el sufrimiento que ha padecido?
 
Lo que me molesta es que se mienta. No soy así. Jamás he vendido nada. He tenido lesiones, cogidas, depresiones y no se ha enterado nadie hasta mucho tiempo después. He escuchado que soy triste, que tengo cara de pena. No, señor. Mi cara refleja la dureza de lo que he vivido. Es mi historia, eso no me lo puede quitar nadie. Mi vida ha sido tremendamente dura. Soy honrado. 
 
También se refleja en el ruedo...
 
Se torea como se es. Cuando finges como torero ser quien no eres, el triunfo es efímero. No dura nada porque no va unido el toreo con la persona, por eso se acaba enseguida. Puedo gustar más o menos pero soy fiel a mí mismo y a lo que siento.

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