JOAQUÍN GALDÓS
El diestro peruano se ha consolidado como una de las grandes realidades del toreo internacional. Tras completar una gran temporada en España volverá a actuar delante de su gente el día 25 en Acho
Sí,
gracias a Dios. Ha sido una temporada intensa donde he tenido que
cruzar el charco unas ocho veces durante el año. Pero para eso soy
torero y estoy viviendo lo que siempre quise.
Hablar
de un torero que mata más de veinte corridas de toros en España dice
mucho de lo importante de una temporada larga y con mucha
responsabilidad.
Sabemos
que en estos tiempos se torea mucho menos que unas décadas atrás. Pero
al torear en Europa y América durante el año los viajes son duros y esta
temporada estaré rondando los cuarenta festejos entre España, Francia,
Perú, Ecuador, México y Colombia. Y por supuesto tratando de vivir cada
tarde como si fuera la última.
Dos años de alternativa y parece que has encontrado el camino adecuado, con una senda de proyección y de crecimiento positiva.
Así
lo siento últimamente. Creo que he marcado mi estilo y mi manera de
interpretar el toreo y sobre esa base voy intentando crecer y mejorar.
Le dedico muchas horas al entrenamiento de salón y lo noto delante del
toro. Mi crecimiento es diario y eso me da mucha tranquilidad en mi
profesión y como artista. Estoy a gusto conmigo mismo.
Sin
duda la confirmación en Madrid fue una tarde importante tanto en lo
personal como en lo profesional, en donde diste un toque de atención del
momento que atravesabas.
No
fue ni mucho menos la tarde soñada pero intento siempre proponer cosas
distintas y personales. Madrid pesa mucho y son días que dan categoría.
De todas formas confío en que no tardará en llegar esa tarde triunfal
que ansío.
Después de quitarte esa presión de esas dos tardes seguidas en Las Ventas, ¿la temporada se veía de manera diferente?
Bueno,
cuando pasas por Madrid sin gran fortuna te vienes un poco abajo. Pero
dura poco porque la temporada debe continuar y sabes que esto sigue, que
tienes que cautivar a los aficionados uno a uno, tarde a tarde. Con esa
motivación me vestía de torero y dio sus frutos.
Granada fue de esas tardes y plazas que también marcan.
Triunfar
en esas plazas siempre es bonito e importante. No maté especialmente
bien los toros ese día y a pesar de ello salí a hombros. Creo que pude
demostrar mis ganas y mi concepto. Es una plaza preciosa y tengo buenos
recuerdos de ese día.
El resto de temporada, ¿cómo fue?
Creo
que fue extraordinaria. Sin pisar muchas plazas importantes en las que
me gustaría estar, claro está. Pero quitando un par de días de muy poca
suerte en los sorteos, casi todas las tardes pude hacer cosas que me
llenaron mucho como torero y dejaron huella. De ahí a que haya salido
casi todas las tardes de verano a hombros. Tanto en Europa cómo en
América.
Si te pidiera tres momentos de la temporada, ¿cuáles destacarías?
Es
difícil. La tarde de Bayona me marcó, tuve un triunfo muy importante y
por otro lado viví la cogida terrible de Thomas Joubert. Se vivió todo
con mucha intensidad. Y también me quedo con el recorrido
Chota-Algeciras-Cutervo de finales de junio. Crucé el Atlántico tres
veces en cuatro días y triunfé en las tres plazas.
Es
una sensación mía o tú también has notado que has ido madurando tarde
tras tarde, mostrando cada día más capacidad en la cara de los toros.
Lo he notado mucho durante el año. Y mi gente también. El invierno fue importante.
Has
alternado en algún momento fuerte de la temporada los viajes a América
con los festejos en España, ¿cómo se lleva esa duplicidad?
Mucho.
Lo llevo muy bien. Son “viajes toreros”. Además los aviones hoy en día
son muy cómodos y tengo una pastilla para dormir buenísima.
Es
el momento de cruzar el charco en la entrevista y pasar a América, en
donde eres recibido con un premio por parte del centro taurino de Lima,
en reconocimiento a tu temporada tanto en América como en España.
Agradezco
mucho el cariño que me muestra la gente aquí en Perú. Realmente me
emociona y me motiva. Cuajar un toro en Lima este año y que pudieran
disfrutarlo me haría muy feliz.
Debe
ser muy emocionante para ti qué has estado mucho tiempo en España
queriendo ser torero y fuera de tu tierra, reconocerte querido en
América y ser uno de los grandes representantes del toreo americano y
por supuesto peruano en España.
Es
de lo más bonito que he podido vivir como torero. Sentir la admiración
de la gente que desde niño te veía como “el niño que podía ser”. Creo
que era mi destino y tuve la determinación de conseguir de momento una
parte de mi sueño.
¿En qué momento y en qué situación se encuentra la fiesta taurina en Perú?
Creo
que en el mejor de la historia. Perú tiene un gran potencial taurino en
todos los aspectos.
Existen grandes ganaderías, grandes toreros y una
afición masiva. Creo que tengo mucho que aportar y trabajar por el toreo
aquí. Es importante crear una imagen de seriedad y de respeto hacia el
toreo y darle más difusión. Pero aquí la fiesta está muy viva y goza de
una salud envidiable.
Y
si hablábamos de un crecimiento grande en solo dos años de alternativa
cabe destacar que también en este segundo año ha llegado tu primera
gesta en solitario.
Maté
seis novillos en Acho en el 2015 y este año cuatro toros en solitario
por primera vez. De novillero no fue una tarde rotunda, fue un reto
difícil. Pero gracias a Dios de matador en Ticapampa salió todo soñado.
Cuajé tres faenas con matices distintos y corté cinco orejas y un rabo
con indulto incluido. Fue un día memorable
¿Cómo se presenta a partir de ahora el resto de temporada americana?
Ahora
viene la tarde del 25 en Lima que para mi es una cita muy ilusionante
todos los años. Luego el festival de la virgen en la plaza Belmonte en
Quito, la feria de Medellín y algunas otras cosas que están por
concretarse.
La
verdad es que según has llevado la temporada y el constante progreso
que has tenido en la misma, dan ganas de que no termine nunca.
Es
cierto. Realmente no me veo desgastado por la temporada y eso es bueno.
Me encuentro con moral y en crecimiento. Con hambre de toro y mucha
inquietud artística. Creo que eso es lo más importante y eso se
transmite en la plaza
E incluso enlazar la temporada americana de nuevo con la temporada española y que empiece pronto la temporada 2019.
Esa es la idea, no parar y estar en sitios de categoría en América. Ya habrá tiempo para descansar.
¿Y qué le pedirás a ese nuevo año y a esa nueva temporada?
Que
venga cargado de salud sobre todo. Este año los toros me han respetado y
eso siempre es de agradecer. Y después, no te voy a mentir, que me
embista un toro en Madrid. Con eso soñamos todos.
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