El novillero logró el primer trofeo de la temporada en Madrid
Francisco de Manuel, al natural con el tercer novillo - Paloma Aguilar
Andrés Amorós
Comienza la temporada, en Las Ventas: «Madrid. Domingo. Calle de Alcalá…/ miro por la ventana abierta el tumulto/ que corre al coliseo de toros; en mis venas/ se despierta la fiebre de un viejo instinto oculto:/ ¡A los toros!». Lo dice Santos Chocano, peruano como Roca Rey y Vargas Llosa.
Comenzamos con una novillada (los toros llegarán el Domingo de Ramos). El cartel reúne a una buena ganadería con tres novilleros conocidos; la entrada es excelente, con mucha gente joven, en los tendidos: ¡hay hambre de toros! Fuente Ymbro acaba de triunfar en las Fallas y afronta el reto de lidiar seis tardes, esta temporada, en Las Ventas. Estos novillos tienen casta y movilidad; destaca el bravo tercero, al que corta un trofeo Francisco de Manuel; González y Téllez, sólo discretos.
Rafael González triunfó y fue herido en Valdemorillo. El primero de la temporada, con un nombre muy actual («Impagado»), embiste con casta al caballo pero luego flaquea.. Rafael está asentado y firme pero le exige al novillo más de lo que sus fuerzas le permiten. Mata a la segunda. (El primer quite de la temporada ha sido por chicuelinas; la última serie, por manoletinas: ¡las modas!). En el cuarto, muestra voluntad pero el toro pega arreones, la faena no cuaja y mata caído.
Ángel Téllez tiene buen concepto; está a un mes de la alternativa. El segundo se mueve, le permite dar muchos muletazos pero desiguales. Seguimos sin librarnos de las chicuelinas, las manoletinas, la faena larga que trae el aviso y el gesto triunfal, por un simple pinchazo hondo. En el quinto, otro novillo pronto y repetidor, De Manuel realiza su segundo quite por chicuelinas de la tarde: me parece excesivo… Téllez comienza por estatuarios vistosos pero que no dominan al toro. Mejora al correr la mano con gusto aunque pasa algunos apuros. Prolongar la faena no soluciona las cosas. La espada queda desprendida. No ha estado mal pero, para abrirse paso como matador, hace falta más.
Francisco de Manuel triunfó en Las Ventas y en varias Plazas. En el tercero, banderillea desigual (eso, aquí, resta, más que suma). Brinda el novillo, muy bravo, a Ricardo Gallardo, su criador. Las series de muletazos mandones, de mano baja, tienen emoción. Se vuelca al matar: oreja y fuerte ovación a «Sacacuartos», un gran novillo. Pican mal al cuarto. González nos «obsequia» con otras chicuelinas: ¡no nos libramos! Acierta De Manuel al dejar que actúen Iván García y Fernando Sánchez; el novillo arrea y clavan desigual: mejor que hayan sido ellos y no el matador. Saca genio este último, De Manuel no se amilana, demuestra su capacidad en una pelea de más mérito que brillo. Con un toro difícil, no ha devuelto la oreja: ya es bastante.,
Aunque afirmen muchos que el toro es hoy más bravo que nunca (¿qué opinaría, por ejemplo, don Luis Fernández Salcedo?), la realidad es que, en general, ha bajado mucho la casta. Cuando ésta aparece, puede desbordar a muchos toreros. Así ha sucedido esta tarde con los de Fuente Ymbro. Este tipo de toros requiere, sobre todo, mando y poder, antes que estética. Eso ha sido siempre el toreo: con eso siguen disfrutando los aficionados.
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