JOSÉ AYMÁ  
ZABALA DE LA SERNA 
Cuando
 hablamos con Morante por sus tierras de La Puebla y el cementerio de San Fernando,
 ya barruntaba la idea que ahora ultima: resucitar la corrida concurso 
de Jerez que en 1955 creara don Álvaro Domecq y Díez. Para ello, el 
torero sevillano requiere varios requisitos: que sea con unas puyas 
especiales con las que el toro sangra menos -y para eso hace falta un 
permiso de la Junta de Andalucía-, y que sea todo con ganaderías de la 
tierra, si es posible.
En las tareas de campo le ayuda su amigo Juan José Padilla como contaba en su día Fernando Orgambides en el 
Diario de Jerez.
 Su apoderado, Toño Matilla, se ocupa de rematar el cartel -que sería 
mano a mano con El Juli- y también la feria, la Feria del Caballo. 
Morante mira siempre a Jerez con un sentimiento hondo, quizá heredado de
 Rafael de Paula. En su plaza, que remozó con esmero, reapareció en 
2018.
Sobre las puyas actuales, como tantos ganaderos, Morante de
 la Puebla cree que sangran demasiado a los toros. Y por eso en Jerez 
quiere sacar adelante 'las suyas'.
 
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