El matador valenciano guarda la cuarentena en Peru
![]() |
| En confinamiento peruano el matador Eduardo Valenzuela y sus preciosas hijas Barbara, Stephanie y Antonella |
Jesús Ramírez "El Tato"
En
la memoria selectiva del mundo taurino, quedará grabado este año 2020
como el de echar al olvido. Capotes, muletas, fundones guardados, los
toros ya desgraciadamente tomando el camino del estrecho callejón de
metal, algunos con los pitones enfundados hacia una muerte absurda.
Y
entre tanto, los matadores respetan el confinamiento con la esperanza
de vestir el aureo traje lo mas pronto poslble. Uno de esos toreros, es
el valenciano Eduardo Valenzuela, con 10 años residenciado en Perú,
donde se ha ganado la consideración de aquellos aficionados a lo largo
de estos años de dura lucha, com amor propio, creencia en sí mismo,
capacidad para superar obstaculos y no tirar la toalla y luego resolver
en el ruedo, ante la cara del toro.
![]() |
| El espada valenciano fajado en ejercicios en el pasillo del apartamento |
Nos refiere
el joven espada valenciano que para el confinamiento en familia, no hay
otra que estar encerrado en casa sin poder salir porque todo está
cerrado y la policia muy vigilante en las calles de Lima. Para estar en
forma, Valenzuela hace una hora diaria de ejercicios generales en el
pasillo de entrada del apartamento para estar en forma como lo hace
desde sus inciios como torero.
Luego le dedica
horas a la familia, viendo series televisivas de Netflix, en juegos
didacticos con sus tres hijas Barbara, Stephani y Antonella, a las que
tambien apoya en sus tareas por internet. Esta situación de
confinamiento, -añade EV- nos ha afectado a todos en la parte
profesional, ya que por lo que imaginamos, no habrá toros este año en
plazas peruanas, donde ya tenía seis corridas firmadas. Además, tenía
todo listo para viajar a Portugal a actuar en varios festejos que me
hizo Eduardo Oliveira, hombre que siempre me ha ayudado y me brinda
confianza.
Eduardo Valenzuela reflexiona,
pensando en su Valencia natal, en la Michelena donde dió sus primeros
pasos, en Nano, su padre, que supo encaminar sus pasos iniciales por el
mundo del toro, y en todos sus amigos con quienes ha compartido triunfos
y decepciones.
Finalmente el espada
carabobeño afirma que el eco perdido de la temporada 2020 no hará mella
en su afición y vocación, al contraario, es un reto para levantar la fe y
la esperanza por un mundo mejor, de mas comprensión y unión de toda la
humanidad, porque ante Dios y en situaciones como esta, queda demostrado
que todos somos iguales.


No hay comentarios:
Publicar un comentario