Nuevo problema para los docentes
Educación en casa durante el coronavirus (foto: ANSA)
(ANSA) - MILAN, 3 ABR -
Los docentes de Italia confrontados a una masiva modalidad de educación virtual por el coronavirus se enfrentan a un problema inesperado: el de los padres que, deseosos de ayudar a sus hijos, les "soplan" la respuesta a las lecciones creyendo no ser escuchados del otro lado de la pantalla.
"Se ruega que dejan que los niños sean autónomos", piden los profesores -sobre todo de los adolescentes en la escuela media- que enfrentan esta nueva dificultad de la enseñanza online.
Entre los docentes italianos, se hizo muy popular un video publicado en Facebook por Maria Amelia Monti, en el papel de una madre que "le sopla" al hijo y, una vez descubierta, es "castigada" por la profesora.
La situación llega a un punto tal que algunos rectores tuvieron que enviar circulares donde pusieron por escrito el pedido de no soplar.
"El director y los docentes -dice la circular de una escuela secundaria de Parma- invitan a las familias a controlar que los estudiantes hagan sus tareas asignadas del modo más autónomo posible, apoyándolos y guiándolos si es preciso, pero sin interferencias que puedan hacer vanas las adquisiciones de saberes y competencias".
Otras escuelas enviaron mensajes semejantes, en los que recuerdan que las clases son obligatorias y piden a los jóvenes que se hagan ver y no apaguen las cámaras.
"Es un modo nuevo de enseñar", contó Lara Pipitone, profesora de Letras en la escuela secundaria Manara de Milán. "Al principio nos costó, porque tuvimos que inventarnos un modo de didáctica diferente".
La orientación es tener horarios que abarcan la mitad de las lecciones que se daban en la escuela, para no recargar demasiado a los estudiantes y para tener en cuenta que en muchas casas hay una sola o dos computadoras, pero más de un hijo que va a la escuela o padres en teletrabajo.
También cambió el modo de enseñar para involucrar más a los muchachos. La profesora Pipitone, por ejemplo, para mantener la atención dividió las clases en grupos para verlos mejor también en la pantalla de la computadora, y luego los invitó a "repetir, mirar juntos los textos. También mandé cada día un audio con un fragmento de un libro".
"Estamos yendo lentamente pero no me interesa tanto el programa como que estén todos", agregó.
También cambió el método de evaluación, con una invitación más o menos velada a ser particularmente comprensivos, algo que le hace decir a media voz a algunos docentes que "en esta situación se alegran los burros".
La nota debe tener en cuenta no solo el rendimiento, los meros números, sino también la participación. "Por eso -dice una profesora que enseña francés- es importante que los muchachos hagan las tareas solos y respondan solos. También mi colega de inglés está enojada, como yo, porque escuchamos a los padres".
Y todo eso sin contar con que "para los muchachos es un poco más difícil aprender de una pantalla".
El objetivo, por ahora alcanzado, es involucrar a todos y retomar la escuela, aunque sea de modo virtual. En estos días recomienzan también los consejos de clase en videoconferencia para los docentes, y en la escuela de la profesora Pipitone están invitados a asistir a la parte final también los padres o sus representantes.
"Hay que tener muchas manos, muchos brazos para abrazarlos a todos", concluyó la docente.
(ANSA).
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