viernes, 19 de junio de 2020

*Después de la tormenta viene la calma. Primera parte.*

Soy libre pensador, que ni el gobierno interino ni el régimen me soportan económicamente

Lester Rodríguez: “Triste episodio” impide primarias de la MUD en ...



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Está bien claro que la estrategia del régimen de Nicolás Maduro es desestimular a todo evento la única amenaza creíble (más allá de las consignas, de los discursos vacíos y de la esperada invasión u operación quirúrgica), que representa el poder de cambio del voto de más del 80% de los venezolanos que quieren salir de Maduro y su régimen lo más pronto posible. Por eso: compra consciencias, persigue a dirigentes políticos importantes, encarcela a diputados, a dirigentes estudiantiles, a dirigentes políticos estadales o de gremios y sindicatos, amenaza con poner preso a Guaidó, despoja a las directivas naturales de los partidos, los habilita y los coloca en manos de sus adversarios internos, declara la omisión legislativa de la Asamblea Nacional legítima, hace renunciar a los Rectores del CNE y el TSJ en forma rápida nombra a los nuevos Rectores, trata por todos los medios de construir su propia oposición, de jugar a la abstención, que será el chivo expiatorio de la culpa de la pérdida de las elecciones, si ese fuera el caso, por parte de las fuerzas democráticas, narrativa que manejará el régimen y su "oposición". Es importante aclarar que no todos los que manifiestan su deseo de votar representan a esta oposición, pero lamentablemente si hay un grupo de gente cuyo propósito es atornillar al régimen por razones que solo ellos y Dios conoce.

Este conjunto de acciones, previsibles, colocan a las fuerzas democráticas en un gran aprieto. La adrenalina sube, la sensación de impotencia y la rabia aumentan, los discursos radicales y las consignas huecas pero esperanzadoras comienzan a ganar terreno en la clase política, influenciada una mayoría de ella por el reconocimiento de las redes sociales,  mientras que un gran porcentaje de la población está ausente a estas reacciones porque su prioridad es resolver sus problemas de: alimentación, transporte, medicinas, gasolina, agua, gas, electricidad, conectividad, y los generados por la pandemia del COVID-19 y la cuarentena.

Es bien conocido que la gran mayoría de la gente actúa inconscientemente, que muchos de ellos toman decisiones importantes en estado de rabia, ofuscación, ira, depresión o de molestia, movidos más por la pasión que por la razón. Afortunadamente, también es bien conocido que los estados de ánimo, influyen en los pensamientos y éstos configuran los actos de la vida en consecuencia, modificando los estados de ánimo, se modifican los pensamientos y éstos a los actos de la vida. Las decisiones importantes se deben tomar en función de configurar los actos de la vida en forma consciente.

En este orden de ideas, las fuerzas democráticas deben resolver en forma consciente: 1. Cuáles son las condiciones mínimas requeridas para acudir al proceso electoral que se avecina y cómo lograr dichas condiciones? O si tal como como se ha expresado en las redes, que ni que Jesucristo, el papa o Buda sean Rectores del CNE no participarán en dicho proceso? Y si esa es la decisión, cual es la alternativa, más allá de las consignas y de los lugares comunes? Qué pasará con la "continuidad" de la AN presidida por Juan Guaidó? Qué pasará con la "continuidad" de la presidencia interina? Qué pasará con el apoyo efectivo de las democracias del mundo? Qué pasará si el aliado más leal a la democracia venezolana pierde las elecciones en noviembre? Que pasará si ese 58% de los ciudadanos que no está ni con la oposición conducida por  Guaidó ni por el régimen de Maduro, se inclina por una opción distinta a la de las fuerzas democráticas? Creo que hay que responder con claridad y sin apasionamiento a estas interrogantes  antes de tomar una desición firme.

Finalmente, les recuerdo que soy libre pensador, que ni el gobierno interino ni el régimen me soportan económicamente, y gracias a Dios que es así, que mi propósito es que pensemos antes de actuar y que estas actuaciones sean en función de la gente que sufre y necesita que se les resuelvan sus problemas fundamentales. A los odiadores e insultadores sin argumentos, los perdono y le pido al Señor que los ilumine y los enseñe a argumentar.

Léster Rodríguez Herrera
Mérida,19-06-2020
@LesterYomar

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