Jesus Ramirez "El Tato"
Cuarenta y nueve años se cumplen este 19 de octubre del trágico fallecimiento del más grande torero americano de todos los tiempos, César Girón.
Casi cinco décadas de aquel anochecer gris cuando a bordo de un vehículo Wolswagen camarggia placas A4-87-87 de color rojo, César violentamente se incrusto con la parte trasera de un camión estacionado en el hombrillo conducido por Palmenides Aron Colmenares. Fue en el km 73 a la altura de Tejerias de la ARC vía a Valencia.
El tiempo y la historia se han encargado de enaltecer la trayectoria de este insigne venezolano formado en Maracay, que con sus gestas y gestos impuso patrones de lucha para abrir las puertas a la toreria venezolana.
Ha sido la auténtica figura del toreo venezolano que tras llegar a la cima sin padrinazgos ni ponedores, se codeo con los mejores y disfruto en grande la gloria bendita del toreo.
Luego de fomentar la dinastía Girón con ejemplos dignos, César vivió en grandeza y disfruto de las mieles del toreo universal.
Es conocida la historia del gran torero, que el martes 19 de octubre de 1971 dejaba a la afición de luto. El creador dispuso un final distinto para quien desafío la muerte con arte, temple, serenidad e inteligencia.
La Maestranza aragueña se llenó de aficionados para la despedida al maestro que supo hacer ondear el pabellón patrio en todos los lugares del mundo donde la fiesta brava tiene figuración.
A 49 años de su trágico final, recordamos su trayectoria gloriosa sin la ofuscación inmediata del trágico suceso y sin las cifras estadísticas que algunas veces borran el criterio.
Lo recordamos por el camino trazado que abrió luces de esperanza al toreo americano. Ave César...
** Por las medidas sanitarias existentes, la Fundación Cultural Giron no realizará este año la tradicional misa y ofrenda en la Maestranza que erguida lleva el nombre de tan insigne torero**
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