José Cariel con la vocación intacta
Jesus Ramirez "El Tato"
Formado en las líneas surgidas por el optimismo, con la gran visión del triunfo, se cuajo el matador aragueño José Cariel, conocido inicialmente como "El amarillo", primero en la escuela taurina de Maracay, después en México y luego en Portugal y España, por la zona de Badajoz, compartiendo aprendizaje con quiénes abrigaban el mismo sueño.
El 30 de noviembre de 2003, en la misma plaza de su debut de novillero, recibió la alternativa en atractivo cartel que confecciono Wilfredo Martell con Manuel Díaz "El Cordobés" de padrino y Javier Conde de testigo con toros de "Rancho Grande". Lujo en el escenario y los actores.
La espada le empañó triunfo en la plaza de Acho en Lima y los aplausos llovieron en la vuelta al ruedo
Desde entonces, ha mantenido una lucha tenaz que lo llevo a ruedos de Perú, con el mérito de paseillo de luces en el histórico coso de Acho en la capital limeña.
17 años cumple José Cariel con la borla de doctor en tauromaquia, con valor enfrentando desafíos que rayan en lo imposible y aferrado a su vocación sin desmayar valores y optimismo que delatan su prototipo de torero de escuela pero autodidacta en sentimiento y expresión torera.
Hoy José Cariel sigue con la afición intacta soñando en torero, mientras en De Luces Restaurant celebran la ocasión aniversaria, con la rigidez sanitaria de una pandemia que llama a la reflexión y la coherencia.
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