Segunda tarde de triunfo
Marcos Peña "El Pino"en gráfica de Francisco Montes.
Jesús Ramírez "El Tato"
Gran tarde de toros la vivida este viernes en Tovar. Una gran corrida de Campolargo con nobleza y bravura de diversos matices que permitió colocar en manos de la terna actuante siete orejas de diversa valía.
Marcos Peña "El Pino" tras suave puyaso al toro inicial, destacó con buenos derechazos y naturales con gusto y reposo oyendo la música para dejar espadazo delantero y cortar la primera oreja. En el cuarto sonó nuevamente la música en variada faena a la que le faltó esa pizca necesaria de conexión con el público. Despachó de estocada tendida para recibir otra oreja y ganar así la salida por la puerta grande.
José Garrido le ha tocado un toro para consagrarse, con el cual estuvo dispuesto desde el inicio capotero en trío de buenas veronicas y quite por chicuelinas, pero con la muleta donde el toro se creció, estuvo sin centrarse en el objetivo claro de la nobleza del toro, instrumentado muletazos sobre ambas manos pero sin dejar mensaje de dominio. Lo finiquitó de estocada tendida de tardíos efectos luego de sonar un aviso y fallar dos veces con el acero, recibiendo una sorpresiva oreja que nadie pidió. En el otro, una faena anodina iniciada de hinojos y con muchos pases con mucha ausencia de sentido artístico y abundante ración de populismo a tal punto, que dejó pasar tiempo buscando y pidiendo el indulto que la autoridad no concedió. Un espadazo fue suficiente para que los dos moqueros blancos asomaran en la garita presidencial, dando la vuelta al ruedo con la ganadera Carmen Rosa Campolargo.
Francisco de Manuel ratificó las condiciones artísticas exhibidas en la conquista de Mérida en la pasada feria. Reposo, temple, conocimientos y el sello personal de arte sin aspavientos, que dejo en la arena con un toro que derribo con ímpetu al picador, recargando, para luego tomar la pañosa del joven madrileño que se inspiró en derechazos y naturales de lujo, corriendo la mano con donosura, temple y perfecta colocación para hilvanar las series rematadas con el de pecho que tuvieron como colofon ceñidos molinetes. Tres cuartos de acero fueron suficientes para que el astado rodara a sus pies y recibiera las dos orejas que exhibió en la vuelta al ruedo. El sexto de la tarde noche fue el único que no valió del encierro, parado, sin un pase pese a los esfuerzos del espigado diestro que pasaporto al primer viaje.
El rejoneador Francisco Javier tuvo accidentada tarde con el caballo de banderillear que el toro de "Los Ramírez" hizo presa contra las tablas, restándole lucimiento a la actuación del caballero que para más INRI falló repetidas veces con el rejón de muerte, oyendo los tres fatídicos avisos cuando el sobresaliente Jhonatan Guillén lo intentaba con la espada.
Otra destacada actuación de las cuadrillas con buenas varas de Segundo Salgado y René Quintana y pares de lujo de "Chico Paredes", Ramón Contreras, Carlos Pizutto y Gerson Guerrero, y en la brega nuevamente "El Jhonny y Gerson Guerrero.
Lástima que sigue la gente sin entrar a la plaza, mucho cemento descubierto en graderíos y no creo que los aficionados se hayan ido a los actos funebres de la reina Isabel.
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