Hay que recuperar la ilusión.

En el mundo del toreo

Paseillo de ilusiones en medio de un torrente de vicisitudes.

Jesús Ramírez"El Tato"

La Navidad es tiempo de reflexión y fé que nos llena de ilusión. 

Sin ilusión no se podrían enfrentar los obstáculos que presenta la,magia de la Tauromaquia.

Sin ilusión, no podrían las empresas taurinas lograr que los aficionados asistan a las ferias de San Cristóbal, Mérida y Tovar.

Sin ilusión, no se moverian los aficionados de sus casas para ver a Roca Rey, Francisco de Manuel o Jesús Enrique Colombo vestidos de luces.

José Miguel Castañeda un joven valor de la escuela taurina de San Cristóbal con sueños de triunfo.

Sin ilusión, los ganaderos de reses de lidia no sacrificarían horas de esfuerzo en el campo cuidándo y alimentando sus toros con el sueño que abran surcos en la arena con sus nobles acometidas.

Sin ilusión, no se vestirian de plata o cabos negros los subalternos que a lo mejor han hecho el sacrificio para estrenar un traje o capote en las ferias.

Sin ilusión, no irían con sus cargamentos de bofe, chicharrones o maní, los típicos vendedores de tendidos.

Pero y la ilusión de los soñadores de gloria? Cómo se encontrarán los alumnos de las escuelas taurinas de San Cristóbal, Mérida y Tovar que no podrán ver cumplidos sus sueños de luces o en traje corto en las rimbombantes ferias de sus pueblos?

Y la ilusión de sus maestros, directivos de las citadas escuelas, familiares de los noveles que se forman en esas casas de sueños que ahora ven fustrados?

Yo me aferró a la ilusión por el bien y el desarrollo de nuestra amada fiesta brava, que podrían presentarse cambios y que se realice algún evento digno para ellos en las venideras ferias.

Y finalmente pienso que colocados en un rasero, tan perjudiciales , frustrantes y mutilantes para la fiesta brava, son la eliminación de las novilladas feriales, como las acciones de los supuestos animalistas o antitaurinos.

No se puede renunciar a los sueños porque se mata la ilusión.