Jesús Ramírez"El Tato"
Jesús Adolfo y Jesús Enrique Colombo, fusionaron ideas y esfuerzos para brindar una tarde taurina a la afición de Tovar y ciudades vecinas como regalo navideño, luego de su más arrolladora campaña de matador de toros.
Para tal objetivo éste sábado 21 de diciembre, recibieron el apoyo de autoridades regionales y municipales, y no era para menos, porque el joven espada tachirense se ha ganado el cariño y respeto en el ruedo como digno representante y embajador de nuestra torería.
Imaginábamos nosotros, que tan valeroso empeño de matar dos astados en el ruedo tovareño acompañado del rejoneador José Luis Rodríguez, con entradas gratis, llevaría a la plaza más gente a cubrir cemento, en tiempos que no dan ni propina, pero no fué así, el esfuerzo torero merecía mayor apoyo, más presencia popular, o es que como nos dicen algunos parroquianos, Tovar se ha quedado sola, ya en la plaza Bolívar frente a la panadería no se ve a los lugareños hurgando el teléfono como antes devorando el wi-fi.
En desagravio, el resultado fué exitoso con tres orejas para Jesús Enrique, dos para el rejoneador José Luis Rodríguez y nutridos aplausos en la vuelta al ruedo para el becerrista Hugo José y los alumnos de la escuela taurina de Tovar.
A lo mejor suene disonante, pero la razón como que le asistió a los hermanos Santana cuando decidieron con los carteles hechos, suspender las corridas de la feria de Virgen de Regla el reciente septiembre.
Y es que hasta en el festival benéfico del pasado sábado, la taquilla como que tenía avispas peligrosas, porque no se aparecieron tampoco los que han debido apoyar la noble causa de la Casa Hogar. Afortunadamente los toreros actuantes visitaron luego del festejo la institución, y de su bolsillo completaron para primarias necesidades, quedando para enero el compromiso caritativo del novillero mexicano para dotar unos calentadores de agua, que son requeridos con urgencia.
Ésos festivales que en todo el orbe taurino son parte de la fiesta, en la sultana del Mocoties parecen ser ajenos a los aficionados que les atrae más el brillo del traje de luces en tardes de feria.
Para el recuerdo grato quedan las tres orejas cortadas por Jesús Enrique con entrega y buen gusto y las dos del rejoneador José Luis en meritoria preparación, así como los detalles y la vuelta al ruedo de Hugo José Valero con los alumnos de la escuela taurina.
Lo demás.... para reflexionar aprovechando el tiempo de adviento, y rogar que el corazón desnudo de los tovareños no deje de bombear sangre taurina.
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