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Padilla, el gran triunfador Aníbal García Soteldo |
EL VITO
La asistencia del público de Valencia a la Monumental del
Palotal el pasado fin de semana a las corridas de toros de la Feria del
Socorro, ha sido similar en cantidad a la concurrencia de Acho en los festejos
correspondientes a la Feria del Señor de los Milagros.
Esto habla bien, muy bien de lo que Erick Cortéz ha sido capaz de lograr en este escenario nada
fácil para manejar.
Tuvo que luchar el presidente de Agrocasta, con una ciudad
que es un disparate. Sí, en un verdadero disparate la ha convertido la
egolatría del presidente Hugo Chávez
cuando castigó a los valencianos con la suspensión de los trabajos del metro
por no haberle favorecido en las elecciones.
Valencia tiene venas abiertas, pero no en el sentido
metafórico de Eduardo Galeano, sino
literalmente, ya que dejaron los trabajos que con acierto inició don Francisco
Cabrera , para dejar abiertas cárcavas
miserables que hicieron de aquella admirada y bella Valencia un verdadero caos.
LA CIUDAD DISPARATE
Y digo esto del "disparate" porque la Autoridad
Taurina de Valencia, por este motivo de la locura urbana que es la ciudad, no
pudo iniciar los festejos a la hora señalada en los programas oficiales.
Somos muy dados a compararnos con otras referencias, como
ocurre con la Monumental de Madrid o la Maestranza de Sevilla. Les diré, sin
que la intención sea la de exaltar otras plazas, u otros pueblos, sino como los
venezolanos hablan mucho de cómo se hacen las cosas allende los mares, les
recordaremos a los aficionados de Valencia que si, por ejemplo, en Madrid o
Sevilla esperaran la visita de
Juan Carlos, Rey de España, y por
retardarse éste en algún embrollo de tránsito en la ciudad no llegara a tiempo,
deben estar seguros que el festejo comenzará en punto de la hora acordada por
las autoridades. Luego su Majestad dará excusas públicas al respetable.
En Valencia, no.
AUTORIDAD QUE NO ORDENA
En esta plaza, desde hace muchos años el público ni es
soberano y mucho menos respetado por una autoridad que impone con su
investidura el ejercicio de las relaciones públicas y políticas. Basta ver el
callejón de la plaza, lleno a reventar por mucha gente que nada tiene que ver
con el desarrollo de la lidia. Entre ellos los periodistas, que nada tenemos
que hacer metidos en un burladero de callejón.
Al llegar a este punto quisiera referirme a un mal, terrible
mal que perdura en Valencia desde hace muchos, pero muchos años. Es el maltrato
a la prensa, a los periodistas. En su momento hicimos pública protesta, pero
fue como arar en el mar. Ahora me entero que el buen amigo Ángel Stopello, presidente de la Comisión Taurino impidió se
acreditara al fotógrafo Fernando Zambrano, del Semanario Aplausos de España, por unos dimes y
diretes que no llegan al punto de polémica sino de choque de egos. Se trata de
una penosa costumbre de los distintos comisionados taurinos valencianos, que
citan a los comunicadores a tempranas horas de la mañana, para luego retardar la entrega de
credenciales teniéndolos como menesterosos a las puertas de las oficinas de la
Comisión taurino.
Los periodistas
somos los responsables que se nos humille, porque permitimos se nos maltrate. Me consta que para la
Asociación de Cronistas Taurinos es mucho más importante tener en sus manos los
pases a la plaza, que defender la
dignidad de sus afiliados. El respetado Cronista Taurino de la Ciudad, César
Dao,
ha peleado, rogado, pedido, exigido un mejor trato para los periodistas
sin poder lograrlo.
¿Por qué esta situación?
Preguntarán ustedes, cuando ferias más extensas y
complicadas con San Cristóbal y Mérida sí lo han solucionado el tema de las
credenciales para que se trabaje como comunicador en las plazas ,y tratan con decencia a quien acreditado
por un medio nacional o extranjero solicita ser acreditado a la plaza para
cumplir con sus funciones de información.
CHANTAJISTAS ANTE LAS DENUNCIAS
Las autoridades taurinas, y muchas empresas taurinas
venezolanas están muy equivocadas con lo que significa la prensa taurina. Hacer
lo que se ha hecho en Mérida o en San Cristóbal, que cuando alguien critica a
las empresas vetan a los periodistas,
como ha ocurrido con Víctor Eduardo Molina y Rubén Darío Villafraz. Actitud equivocada, contraria a las libertades
ciudadanas y a los derechos humanos. Impedir la entrada o la movilización
dentro de un escenario donde se realiza un espectáculo público, es una acción
reprochable. No cabe duda y existe el amparo constitucional al ejercicio del
periodismo. Lamentablemente se sigue, paso a paso, la huella del camino que
marca Hugo Chávez, al impedir el
acceso a la prensa independiente a las dependencias oficiales y negarles la
información.
EL DESASTRE DE LOS BANDERILLEROS
Ángel Stopello, destacado aficionado práctico, hombre de
bien como profesional y ciudadano, nos sorprende con su querella con el
fotógrafo Fernando Zambrano de Aplausos
de España, al que suspendió y no acreditó porque no le dio la gana. Esta acción
estuvo acompañada por la complicidad de Antonio Arteaga, líder de los periodistas asociados, que
simplemente dijo: "No se puede hacer nada".
Pues habrá que
hacer algo, y algo que dignifique esta fiesta de toros que en Venezuela cada
día está más llena de corruptelas y de penosas situaciones de fraude amparadas
por la Autoridad. Cosas como la sustitución de picadores y de banderilleros en
las corridas de Valencia, por muchachos sin credenciales y de evidente
ineptitud para el ejercicio profesional del toreo. Esta situación provocó que
los festejos deslucieran una enormidad, que de no haber sido por la
participación directa en la lidia de los toros de sus compañeros de El
Fandi, Padilla, Antonio Ferrera,
Juan Bautista y muy en especial del
banderillero Francisco Manuel Robles, las corridas no habrían podido celebrarse. Aquí si vale tener carácter
e imponer la autoridad de la Comisión Taurina.
ACCIONES POSITIVAS
La feria de Valencia, sus corridas de toros no se habrían
celebrado de no haber sido por la positiva y muy decidida intervención de dos
personajes de la política nacional, además, insistimos en esto, de las ganas,
el valor y la dedicación de Erick Cortéz
en funciones de presidente de la Empresa Agrocasta.
Nos referimos al Alcalde Edgardo Parra y al diputado Saúl Ortega.
Valencia no sólo estaba vetada por la Unión de Toreros
españoles, como consecuencia del desastre que dejara la anterior empresa,
Waloca, sino que la temporada de la ciudad estaba en la mira de los líderes gremialistas de los
coletas, Leonardo Varela, presidente de
la Asociación de Toreros y de Gerson Guerrero de los Toreros Subalternos quienes minaron el
camino hacia la celebración de los festejos en la Monumental.
Si no se logró el éxito de quienes se oponían a los
festejos, toreros, anti taurinos, políticos, fue por la callada, decidida y
eficaz acción mancomunada del Alcalde Parra de del diputado Ortega,
representante en la Asamblea de Carabobo. Ambos entienden, como nos lo
manifestaron, que los toros son parte del perfil de la ciudad y del carabobeño.
Lo confirma una investigación de mercado ordenada por el alcalde, donde los
resultados indican que " de cada 3 valencianos, 2 están de acuerdo con la
celebración de las corridas de toros".
Nuestro público
agradecimiento a Edgardo Parra y a Saúl
Ortega.
EL CÍRCULO
BIENVENIDA Y SUS PREMIOS
El jurado integrado por los aficionados Nelson Hernández, Nilson Guerra
Zambrano, Rafael Enrique Casal, Ángel Stopello, Luis Manuel Hernández y Enrique
Barrios Barrios todos miembros del Círculo taurino Amigos de la dinastía
Bienvenida, distinguió a los toreros y ganaderos más destacados de los festejos
taurinos de la Feria de Valencia.
FABULA TAURINA, ha correspondido al torero jerezano Juan
José Padilla, quien ha cortado las dos orejas simbólicas al segundo toro de su
lote, la tarde de este pasado domingo 18.
FABULA GANADERA al hierro colombiano de El Capiro, propiedad
del rejoneador neogranadino Dayro Chica, el cual permitió el corte de cuatro
orejas además del indulto del 5º toro de lidia ordinaria, de nombre «Jardinero»
de 432 kilos.
PEPE BIENVENIDA, a la Mejor Estocada se la ha llevado el
granadino “El Fandi”.
HOMENAJE A UN GRAN TAURINO
No es justo que en el texto fundamental del toreo nacional,
el libro de don Carlos Salas,
apenas le dediquen cinco líneas a la referencia de Manolo Fachín. Aunque
le reconocen su jerarquía e
importancia descubrimos en el homenaje que Rafael Enrique Casal le hizo en la
Sala VIP de la Plaza de Toros de Valencia, gracias al brillante discurso que
César Dao le dedicó, que Manolo Fachín fue mucho más de lo que Salas relata y
que Pepe Hule omite.
En el homenaje los familiares de quien fuera un buen
novillero, un destacado profesional de la información y de la Radio y sobre
todo un venezolano honesto, honrado, valioso y fundamental. Enrique Barrios
Barrios, del Círculo Bienvenida, abrió con sus palabras llenas de emoción el
recuerdo para quien tuvo como bandera la vocación de ser torero en un raro país
taurino. Juan Flores, "Brillante Negro", matador de toros con
alternativa española de 1950, relató sus vivencias en las arenas venezolanas de
Fachín, y nos contó cómo le impidieron torear en Caracas y el porqué se fue a
Mérida, donde intentó prolongar, ya casado, su carrera de torero. Allá en
Mérida nació su hijo Raúl, presente y conmovido en el homenaje organizado por
Rafael Enrique Casal en Valencia.
Haberle rescatado del olvido es un toque de atención para
todos nosotros, obligados a rescatar del olvido nuestros valores taurinos como
es el caso de Luis Sánchez olivares "Diamante Negro" hoy hundido en
el olvido allá en su Maracay, nuestra Ciudad Jardín, la cantera del toreo
nacional.
FIN DE FIESTA MARAVILLOSO
Cosa de nunca acabar el poner a los taurinos de acuerdo.
Recurro por ello a extractos de nuestra reseña, de nuestro relato sobre el
indulto al toro Jardinero de El Capiro que, para nosotros, fue un merecido
broche de oro para una gran feria de Valencia.
- " ... el domingo en Valencia, cuando fue
indultado Jardinero de El Capiro,
tras larga, armónica y muy bien planteada faena de Juan José Padilla. El toro
de Dayro Chica fue muy bravo con el caballo, recibió tres puyazos, metió los
riñones y acometió a distancia. Estos "aficionados", de dudosa
integridad insisto, quieren ser más papistas que el Papa, oponiéndose
públicamente a la exigencia de todo el cónclave que pedía el perdón a la vida de
Jardinero de El Capiro. Lo hacían con ojos desorbitados, gritos a todo gañote y
gestos como si del fin del mundo se tratara. Algo así, amable amigo lector,
como si en la Scala cuando don Luciano interrumpía un área, y la repetía una y
otra vez a exigencia del público que le aclama, saltara usted a gritar que
están equivocados. Una posición acreditándose la "defensa de la
Ópera".
No necesita el toreo de estos defensores, de esta gente
que le enrostra con sus gritos ignorantes al resto del público que se siente
feliz al descubrir el éxito en este país de fracasos, que aclama lo que sus
ojos vieron con gratitud para que venga este chalao a decirle que "eso,
eso que viste hace minutos y que te erizó la piel, es mentira. Verdad es lo que
no has visto, ni vas a ver jamás". ¿Entiende usted a Picasso? ¿Le gusta la
pintura del malagueño? Pûes ahí el quid del asunto, como cuando Luis Miguel
Dominguín le dibo al genial pintor, "Pablo, te robo la expresión; no sabía
responder la pregunta de por qué los toros y porqué soy torero"
Fue la tarde de Padilla la de domingo, la tarde de este
huracán del toreo que toca las playas del Caribe y que refrendó su éxito en
Valencia y amaneció hoy como el torero más importante para estos aficionados en
las primeras ferias venezolanas. Lo hizo
Padilla arrimándose, toreando, entregándose al público ante toros con
muchas dificultados, como lo hizo con el tercero de nombre Pajarero, un manso
huidizo, rebrincón, imposible de lidiar al que intentó banderillear y de lidiar
exponiendo todo lo que debía exponer.
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