Digna cofirmación del torero
paloma aguilar
|
andrés amorós
Al confirmante
le toca el más noble, el primero: va mejor por la derecha, se cierne en
los naturales y de pecho. Venegas, muy tranquilo, logra pases lucidos,
sin quitarle la muleta de la cara. Muestra decisión y buenas maneras.
Después de un pinchazo, consigue una gran estocada: saludos. El último
toro, más fino que los otros pero más armado, hace pobre pelea en varas,
tardea mucho, luego derriba, se queda demasiado crudo; a la muleta
acomete como un obús. Venegas le planta cara, valentísimo, asusta al público. El toro lo derriba y luego lo prende por la corva, en un tremendo volteretón. Parece llevar un puntazo y un corte en
la frente pero ni se mira, sigue muleteando con valor sereno. Logra
media estocada y pasa a la enfermería: se ha ganado al público de Las
Ventas.
Lote más parejo
Javier Castaño,
el padrino, se lleva el lote más parejo: su primero, encastado y
manejable. Se luce toda su cuadrilla, saludan los banderilleros. El toro
humilla poco. Castaño muletea con técnica, en una faena aceptable, pero
no consigue conectar con el público. Algo parecido sucede en el cuarto,
que hace amago de saltar. Mueve bien el caballo Tito Sandoval;
lancea con temple Marco Galán; arriesgan mucho David Adalid y Fernando
Sánchez (que pareó por delante, en el anterior). Dura muy poco el toro
pero el público se pone de su parte. Esta vez, mata con decisión.
A Iván García le toca el lote peor. El tercero se queda corto, espera, tiene claro peligro,
no pasa. El diestro muestra su oficio: no cabe más. El quinto se apaga,
se para desde el comienzo de la faena de muleta. No ha tenido, esta
tarde, opción alguna.
Los festejos taurinos han coincidido muchas veces con acontecimientos políticos.
Recordaremos esta corrida como la del día que abdicó Don Juan Carlos y
se jugó la vida, en su confirmación, José Carlos Venegas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario