viernes, 5 de diciembre de 2014

«Yo he escuchado a mi padre (Rafael de Paula) decir: Curro (Romero), te quiero»

Jesús Soto de Paula cuenta que su progenitor pasa por «una situación psicológica complicada»


Para Navidad espera que esté en las librerías su cuarta obra, «Torerías y diabluras», publicado por Editorial EA y que será prologado por el matador de toros Curro Romero. Hijo de Rafael de Paula, Jesús Soto de Paula vuelve a adentrarse en los entresijos del toreo y los intelectuales.
Precisa que ha intentado, con esta nueva obra, sobre todo, «que quien lo tenga en sus manos y lo lea se meta en él y no quiera salir. Yo digo que es un libro escrito a las cinco de la tarde, porque cuento la relación entre toreros e intelectuales como Lorca y Sánchez Mejías, Picasso y Dominguín, Hemingway y Ordóñez, Bergamín y Paula...»

La obra abarca desde Joselito y Belmonte hastaCurro Romeroy Paula. Pero también «profundizo en la figura de Curro Puya, un torero que siempre me ha apasionado. Y en mi abuelo Bernardo, Carnicerito de Málaga. Es de esos personajes singulares, con muchísimas anécdotas. Fue torero, banderillero de Sánchez Mejías, Manolete, hombre de confianza de Álvaro Domecq... y sacó a mi padre. Y fue un gran veedor de toros junto con Miguel Criado El Potra».

El prólogo del Faraón

Y será prologado por Curro Romero. «Uf, tenía esa ilusión desde hace muchos años. Yo sé que le cuesta mucho trabajo. He abusado de su confianza. Y es que Curro, sin ser gitano, lo queremos como a uno de los nuestros. Que una obra, un libro mío, quede para la posteridad con sus palabras, es algo que me llena de satisfacción, que deje el temple de su palabra. Porque él habla como torea, despacito, a fuego lento, como está escrito el libro. 

Por eso han llamado la atención las declaraciones de su padre, Rafael de Paula, sobre el Faraón de Camas. «A mí me duele en lo más profundo de mi corazón. Una entrevista que nunca debió salir. Mi padre pasa momentos muy difíciles y en una situación psicológica complicada. Dice grandes verdades pero también se contradice en muchas cosas con respecto a Curro Romero».

Y abunda en esta cuesión. «Mi padre es un buen hombre y siempre ha querido a Curro y Curro lo ha adorado a él. Y me lo ha demostrado. Mi padre estaba en el hospital, y quien iba a visitarlo era Curro. Se murió mi abuela Pilar y quien vino al entierro fue Curro. Lo que sienten ambos es devoción. Por eso digo que son cosas fuera de lugar debidas a trastornos puntuales que tiene. Yo jamás estaré en contra de mi padre. Su palabra es su palabra pero yo hablo por mí y por lo que he visto en mi casa siempre. Yo le he escuchado a mi padre decirle infinidad de veces: "Curro, te quiero". Y él contestarle: "Y yo a ti, Rafael"».

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