jueves, 14 de mayo de 2015

Drama en San Isidro: Jiménez Fortes sufre dos cornadas en el cuello

Una de las heridas contusiona la yugular y la carótida, de pronóstico muy grave

Drama en San Isidro: Jiménez Fortes sufre dos cornadas en el cuello
andrés amorós
La dramática cornada de Jiménez Fortes se ha producido en la faena de muleta al último toro, «Droguero», colorado chorreado, de Salvador Domecq, cinqueño, de 640 kilos. Al llamarlo por la izquierda, el toro se ha vencido, lo ha empalado por la entrepierna y, en el suelo, lo ha buscado: ha parecido que le hería en el cuello y lo levantaba. La sensación ha sido de máxima gravedad, lo han llevado corriendo a la enfermería, entre la consternación de los toreros. Como síntoma esperanzador, la hemorragia no parecía excesiva y el diestro daba la impresión de estar consciente, levantando una mano. De todos modos, la atmósfera era de gran angustia; podía verse a algunos de sus compañeros rezando, a la puerta de la enfermería. [Así lo hemos contado en directo]
El malagueño Jiménez Fortes, hijo de torero y torera, ha jugado siempre la carta del valor impávido, vertical, estoico. Ha sufrido ya varios percances graves (uno de ellos, en el pasado San Isidro, cuando la corrida tuvo que suspenderse por cogidas de los tres diestros). Sin abandonar esa línea, últimamente parecía haber alcanzado una mayor madurez: en Fallas tuvo una seria y buena actuación. No le contrataron para Sevilla y esta tarde de San Isidro era crucial para su carrera.

Actuación meritísima

En una tarde de mucho viento, que a ratos hacía casi imposible el toreo, Jiménez Fortes estaba teniendo una actuación meritísima: había cortado una oreja al tercero y luchaba, en el sexto, por lograr otro trofeo, que le hubiera abierto la Puerta Grande. Como prueba de su actitud, a sus dos enemigos los ha recibido a portagayola. (Además, había quitado por chicuelinas, en el segundo toro, y por gaoneras, en el quinto). Había logrado ya poner al exigente público de Las Ventas totalmente de su parte. 

paloma aguilar
Fortes pasea la oreja del tercero
 
Le ha correspondido un lote muy desigual, con más de cien kilos de distancia del tercero (533) al sexto (640). Su primer enemigo ha cumplido en varas, flaqueando un poco, pero se ha movido con chispa. El diestro lo recibe muy quieto, haciendo el poste; al bajarle la mano, el toro rueda por la arena. Citando de frente, adelanta la muleta, lo embarca bien, tira de él, logra series por los dos lados con vibración, pasando algunos apuros. Cuando el toro va perdiendo gas, la faena remonta gracias a unas bernadinas tremendas, que sobrecogen al público. Mata con decisión, la petición es unánime y corta una oreja sin protesta alguna. Su receta ha estado muy clara: el viento, por fuerte que sea, no puede nada contra el valor auténtico.

La enfermería por la Puerta Grande

En el último ha salido claramente a rematar el triunfo, desde la portagayola inicial al brindis al público. Comienza doblándose bien, el toro se mueve pero pega cabezazos. En un natural, se produce la voltereta y la cornada. La mala fortuna le ha frustrado un éxito que se veía venir.
El resto del festejo ha tenido muy poca historia. El primero, de Fidel San Román, ha barbeado tablas e intentado saltar la barrera, en chiqueros. Uceda Leal se ha estrellado contra el viento y la mansedumbre del animal, al que ha matado con su conocida facilidad. El cuarto, corto y rebrincado, le permite un discreto muleteo, con oficio pero sin vibración. Esta vez, se atranca con el descabello.
Tampoco ha conseguido brillar el mexicano Diego Silveti, de tan ilustre dinastía. El segundo es blandito pero cabecea. El diestro está voluntarioso, logra algún natural pero se suceden los enganchones y desarmes: no ha conseguido imponer su dominio. En el quinto replica por el mismo palo (gaoneras) por el que ha quitado Jiménez Fortes. Muestra su voluntad en muletazos vistosos; clavando en la arena el estoque, arriesgadas bernadinas. En la suerte suprema, no cruza bien y pasa varios momentos de apuro.

Postdata. Suelen decir los taurinos que, para ser torero, hacen falta tres cualidades: valor, valor y valor. Jiménez Fortes ha demostrado, esta tarde, que las posee de sobra. Deseamos todos que se recupere pronto.

PARTE MÉDICO

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