domingo, 23 de agosto de 2015

MÁLAGA: Contra el ganado y los aceros

La Malagueta cerró sus puertas, previsiblemente, hasta la próxima temporada con un festejos de rejones condicionado por el juego de la reses de Fermín Bohórquez y por el mal uso de los aceros

Contra el ganado y los aceros

FRANCISCO CUEVAS

La Malagueta cerró sus puertas, previsiblemente, hasta la próxima temporada con un festejos de rejones condicionado por el juego de la reses de Fermín Bohórquez y por el mal uso de los aceros.

En el primero se sucedió un toreo muy clásico de Bohórquez con un toro de la familia noble al que le faltó más recorrido tras la cabalgadura. Puso banderillas a dos manos y remató poniendo dos banderillas cortas. Dos pinchazos y medio rejón propiciaron el silencio. El cuarto, toro de la despedida de Fermin de La Malagueta siguió la misma condición de sus hermanos, éste con un punto de peligro ya que cortaba el viaje del equino. En el primer tercio y a lomos de una preciosa Rubia lució altos dotes de escuela y clasicismo dando verdaderos muletazos con la grupa de la yegua. Falló en reiteradas ocasionales con los aceros. Echó pie a tierra y se vio obligado a descabellar. El público de La Malagueta le obligó a saludar una emocionante ovación a modo de despedida de una plaza muy querida por el rejoneador jerezano a lo largo de una carrera a la que pondrá fin a finales de la presente temporada. 

Pablo Hermoso de Mendoza se las vio en primer lugar con un animal muy refugiado en tablas, por lo que todo lo hizo el rejoneador estellés a base arriesgar las cabalgaduras. La faena tuvo sus momentos álgidos a lomos de Viriato, una hermosura de animal cargado de valor y toreando de frente. Dos pinchazos y rejonazo propiciaron el silencio final. Ante el quinto dejó una faena de cercanías, dejándose llegar al toro que le dio más opciones que su anterior oponente. Formó un lio a lomos de del castaño Disparate haciendo cambios de tranco a lo largo de todo el perímetro de las tablas. No pasa su mejor momento con los aceros, marró el triunfo en dos ocasiones y dio un rejonazo que resultó ser fulminante. a pesar de la lentitud para acabar con la vida del animal el público le pidió una oreja que fue concedida por el presidente.

El rejoneador Leonardo Hernández rubricó el triunfo del año pasado en esta misma plaza.

Sensacional a lomos de Olé con el que compuso una faena venida a más y en la que existió variedad y espectacularidad. Cosa contraria sucedió con el toro, un animal reservón que no regaló ni una sola embestida y al que había que llegarle. Mató de rejón entero bajo y tuvo que utilizar el descabello. Cortó una oreja. Con el sexto, el más parado de una corrida sumamente descastada de la familia Bohórquez, Leonardo tuvo que hacerlo todo toreando muy con los pechos del caballo y tirando del animal en reiteradas ocasiones por su condición de resguardarse en tablas. Sacó a Verdi que junto al caballero rejoneador echaron toda la carne al asador para meterse al público en el bolsillo colocando dos banderillas de un extremo a otro de la plaza. En el tercio final tiró de Olé para colocar banderillas cortas al violín. El púbico pidió las dos orejas tras un rejonazo que cayó muy trasero. 

Tarde en la que los caballeros rejoneadores tuvieron que luchar contra la condición de las reses y los reiterados fallos con los aceros que privaron de abrir la que podría haber sido la apertura de la única puerta grande de la feria.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Malagueta. Octava y última de Feria. Corrida de rejones.

Seis toros de Fermín Bohórquez, bien presentados, mansos y rajados en líneas generales. El quinto, de más a menos, fue el que mas se dejó. 

Fermín Bohórquez, silencio y palmas.
Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y oreja.
Leonardo Hernández, oreja y oreja con leve petición de la segunda.

No hay comentarios: