La fiebre ha remitido y ya tolera dieta blanda
r. pérez / madrid
Atrás han quedado minutos de espanto y horror, horas de angustia por la cornada brutal a
Miguel Ángel Perera en Salamanca. La Glorieta fue testigo de uno de los percances más terribles de la temporada, de
la cogida más atroz a una figura puntera esta temporada.
El torero extremeño, ingresado desde el pasado 15 de septiembre en el Hospital de la Santísima Trinidad de Salamanca y con régimen riguroso de visitas restringidas,
evoluciona favorablemente. Abandonó la UVI con una velocidad
sorprendente para el común de los mortales, apenas dos días después, el
jueves 17. La milagrosa recuperación de los toreros, con esa fortaleza
vital. La asombrosa evolución del
hombre que se juega con verdad la vida ante el toro y se aferra a ella
con el deseo de volver a la cara del animal que lo mandó al hule.
Aunque el viernes se despertaron ciertas alarmas por picos febriles de hasta 38 grados por
la movilización de los drenajes, su recuperacón es satisfactoria y esa
fiebre ha remitido. Como es habitual, se realizaron diferentes pruebas
que descartaban anomalías o signos de infección.
Según informa su gabinete de prensa, ya se le han retirado los drenajes, salvo que que se encuentra en la pelvis menor. «El tránsito intestinal va permitiendo y tolerando la ingesta de una dieta blanda. Se mantiene sin fiebre y evolucionando según lo previsto dentro de la gravedad de las heridas producidas», concluye la nota.
Así fue la cornada
En la enfermería de La Glorieta fue estabilizado e
intervenido de dos gravísimas cornadas en el abdomen, «una a nivel de
punto de Mac-Burne con trayectoria descendente. Se realiza laparotomía
media, infra-supraumbilical. La herida penetra en el retroperitoneo y
disecciona artera ilíaca común, así como ilíaca interna, externa y vena
ilíaca, dejando músculo Psoas al descubierto».
También produce la «liberación de uréter donde se aprecia
continuidad del mismo. Se prolonga la trayectoria de la herida a la
cara lateral derecha del recto, llegando a arterias hemorroidales.
Hemorragia intensa de retroperitoneo».
«Se realiza hemostasia, sutura de peritoneo, dejando
drenaje y fondo de sacos. Contusión de vejiga. Herida por asta de toro
de región tercio inferior de hipogastrio en tercio externo derecho que
desgarra aponerurosis de oblicuo mayor y oblicuo menor y transverso, de
pronóstico muy grave».
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