domingo, 10 de abril de 2016

Los barrios de Zaragoza se sublevan contra el alcalde de Podemos por prohibir el toro en la calle


La presión popular obliga a los alcaldes de estos núcleos urbanos a luchar contra la «cacicada» de Santiesteve 


Fiestas del toro ensogaDo - FABIÁN SIMÓN
Á. G. ABADZaragoza  

Los barrios rurales de Zaragoza han dicho ¡basta! ante lo que consideran una intromisión en sus tradiciones y en sus fiestas. Los alcaldes de estos núcleos urbanos periféricos a la capital aragonesa pertenecientes a PP y PSOE no aceptan el «acuerdo unilateral» -una auténtica «cacicada»- de la alcaldía zaragozana que conlleva la prohibición de los festejos taurinos populares como el toro ensogado y toro embolado.

Son más de 25.000 personas las representadas por los alcaldes de Casetas, Garrapinillos, Juslibol, Montañana, Moverá, San Juan de Mozarrifar... Poblaciones con una honda tradición taurina que hace que sus fiestas giren en torno a los encierros, suelta de vaquillas, toro ensogado y toro embolado.

Son estos dos festejos sobre los que el gobierno de Zaragoza en Común (marca blanca de Podemos) ha puesto su punto de mira. El pasado mes de febrero, los recién nombrados alcaldes de los barrios rurales recibieron el acuerdo municipal en el que se les advertía que el Ayuntamiento de Zaragoza no cederá espacio público para actos que conlleven «maltrato animal o actos crueles». No se trata de una prohibición como tal, ya que estos festejos dependen del Gobierno autonómico, pero al negar la ocupación del dominio público que exige el reglamento taurino aragonés, la autorización administrativa no puede llegar. Sin ningún debate previo, sin tener en cuenta la opinión de cada núcleo, desde la alcaldía que preside el podemita Pedro Santiesteve, que gobierna con nueve concejales de 31 con el apoyo del PSOE, delega en Participación Ciudadana el control de estos festejos.
Toro ensogado
Toro ensogado- F. Simón
Y es precisamente contra Participación Ciudadana hacia donde los barrios rurales dirigen su protesta en defensa de mantener la tauromaquia en sus fiestas. Primero exigen a la titular de este departamento, Elena Giner, que se les expliquen las razones que motivaron el acuerdo por el que se prohíbe el toro en la calle, y la primera respuesta ha sido que la explicación les llegara en la próxima semana, dos meses después de la aplicación del acuerdo de gobierno.

Mientras tanto, el ambiente está cada vez mas tenso en las localidades afectadas, y ha sido precisamente la presión popular la que ha llevado a sus alcaldes a dar un paso al frente, especialmente a los socialistas, en un principio remisos a levantar la voz contra el acuerdo municipal. Así lo reconoce la alcaldesa socialista de San Juan Mozarrifar, Erika Fuertes: «Vamos a luchar por recuperar lo que es nuestro porque nuestras gentes no entienden lo que está pasando y quieren disfrutar de sus fiestas». Precisamente San Juan ha sido el primer barrio afectado, pues la decisión municipal conllevó la prohibición del denominado Marzo Taurino, una feria en torno a la tauromaquia en la que el acto principal es el toro ensogado.

Formas poco democráticas

Se lamentan estos regidores, que fueron nombrados el mismo día en que el Ayuntamiento de Zaragoza hizo público su acuerdo, de que nadie les advirtió de esas intenciones. «No es de recibo que por la mañana nos hagan alcaldes y por la tarde salga un acuerdo de gobierno que nos afecta directamente y que tiene una fuerte contestación popular». Exigen además alternativas a las pérdidas económicas que acarreará la medida, ya que la vida de muchos establecimientos dependen de los ingresos de las fiestas, de la afluencia de público durante los festejos taurinos, para subsistir todo el año. [La Tauromaquia, una industria cultural muy rentable]
«No se puede ir contra la voluntad de tanta gente sin argumentos y con una formas tan poco democráticas», es el sentir de la mayoría.

«Hay datos que constatan que las fiestas son imprescindibles para que los bares y establecimientos subsistan el resto del año, y los actos taurinos son los que atraen a la gente», sostiene, y subraya que el Ayuntamiento debe actuar «en función de lo que los vecinos demanden» y no siguiendo sus «particulares criterios».
Fietas populares
Fietas populares- Fabián Simón
José Luis Román (Casetas), Mariano Blasco (Garrapinillos) y Cristina Vargas (Montañana) son los otros socialistas directamente afectados por el veto que asistieron a la reunión informal del pasado domingo. No lo hizo -por razones obvias- el popular Miguel Ángel Velilla, aunque comparte criterios similares a la hora de defender que el festejo popular es una tradición que se debe mantener en Juslibol, donde ejerce como alcalde. «Estamos hablando de un barrio profundamente taurino.

Gusta todo, desde el embolado hasta las vaquillas, espectáculos que siempre fueron respetados y congregan a un gran número de personas», indica Velilla. [Manifestación histórica a favor de la tauromaquia en Valencia]

Su partido fue el primero en reaccionar, el pasado 8 de febrero, ante el veto de ZEC. Jorge Azcón, portavoz en el Ayuntamiento, anunció que presentarán mociones para su debate en las Juntas Vecinales de los barrios, con objeto de iniciar un proceso de participación ciudadana. «Pretendemos que el Consistorio hable con los afectados, recoja sus opiniones y compruebe que se ha equivocado.

Cuando sea así, no les quedará más remedio que rectificar. No se puede ir contra la voluntad de tanta gente sin argumentos», concluye.

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