A hombros se fue Perera tras cuajar y cortar dos orejas a un extraordinario segundo de Montalvo de vuelta al ruedo; Castella escuchó tres avisos en el cuarto y la verdad de Ureña paseó un trofeo
MARÍA FUENTES / FOTOGALERÍA: ADRIÁN MARTÍN
Una se llevó Ureña cuando se la puso a ‘Relamido’
con verdad, que fue otro toro de nota, porque obedecía a los toques con
clase y exigía mando en el trazo. Pedía distancias y le recetó el
murciano series hondas por la diestra y clase al natural, una verdad de
Paco que no pudo culminar en una plaza que se le esperaba porque
Salamanca sabe que éste atesora una pureza que es difícil de localizar.
Ante el cierraplaza, ‘Rebujito’,
Ureña evitó brusquedades y ejecutó con mimo a este manso que se dañó en
los primeros tercios, fue pitado y ya condicionó todo cuando la noche
se dejaba caer, se cerraba la Feria y aquello iba a peor.
Lo demás, un Castella haciendo un tremendo esfuerzo para brillar ante el cuarto, desclasado ‘Espingardo’.
Se empeñó en exprimir de donde no había aguantado miradas, intenciones y
tragando vencidas en corto antes de que un desajuste con los aceros
provocara que se llevaran vivito al animal a los corrales. No encontró
el baile Sebastián tampoco en su primero cuando no le encontró la chispa
a ‘Superior’
que le faltó casta. Le pegó muletazos buenos porque tiene oficio
Sebastián para hacerlo y dejó sensaciones que se diluyeron pronto.
Y
es que antes, ya había salido un tío con rostro serio al ruedo empeñado
en espantar los males. Ése fue Miguel Ángel, que lleva innata la verdad
y el valor que superan obstáculos. Un Perera que sigue construyendo
toreo caro consciente de que la libertad se logra cuando uno tiene el
dominio absoluto de sí mismo. Con eso, salió en volandas, porque así, no
hay mal que se resiste a quedarse.
FICHA DEL FESTEJOPlaza de toros de La Glorieta, Salamanca. Sexta de abono. Quinta de abono. Corrida de toros.
Seis toros de Montalvo.
Sebastián Castella, silencio y silencio tras tres avisos.
Miguel Ángel Perera, dos orejas y silencio.
Paco Ureña, oreja y silencio.
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