Balance del abono sevillano |
El gerente de la plaza de la Real Maestranza ha hecho balance de la
presente temporada a falta de tres festejos para agotar el abono. Y
cuando resumen la situación no puede ser más claro: después de 2 años de
mejorar la oferta, tan sólo se han conseguido 129 clientes, una cifra
insignificante para una plaza con 10.700 localidades que llegó a tener
en sus mejores tiempos hasta 6.500 abonados. Todos los esfuerzos de la
empresa se topan con una realidad: ya no se sabe a qué estímulos hay que
acudir para que esos números cambien. Como dice el propio empresario,
una situación bastante desconcertante.
Álvaro R. del Moral.
Pero
los planes de la empresa Pagés, lógicamente, eran mucho más ambiciosos.
La reconciliación con las figuras ausentes en las temporadas 2014 y
2015 no implicó el rebote esperado. Esas y otras cuestiones centraron la
rueda de prensa convocada ayer para presentar los carteles del
tradicional ciclo de promoción que ocupará las noches de los jueves del
mes de julio. Pero el encuentro con la empresa especializada se
convirtió nuevamente en un alto en el camino para analizar el estado de
la plaza cuando sólo quedan una novillada picada y las dos corridas de
la feria de San Miguel para dar cierre el abono.
Valencia se refirió a la Feria de Abril con sentimientos encontrados: “Poner en pie esos carteles nos ha costado lo suyo pero estamos satisfechos”, señaló el empresario apostillando que se ha tratado de “una feria rematada y cara”. En ese sentido, añadió el gerente de la empresa Pagés, “pensábamos que con esos carteles tan rematados iba a crecer el número de abonados pero no ha sido así”. Valencia abundó en esa idea al precisar que, a pesar de los cuatro días que se agotaron las entradas en las taquillas, “el público no cumplió en otras fechas con carteles muy interesantes”.
“Llevamos tres años así”, confesó Ramón Valencia con cierta impaciencia. “Tenemos
la obligación de rematar mucho los carteles pero la ciudad y el
aficionado debe responder ante carteles como los que se han hecho este
año”, añadió el yerno del recordado Diodoro Canorea antes de desechar cualquier reducción del actual esquema de la Feria de Abril.
En esa línea, recordó Valencia, la reducción de la oferta en base a carteles rematados “llevaría a pérdidas”. El empresario calificó esa circunstancia de “auténtico contrasentido”, recalcando que “si reduces carteles y todos los rematas mucho aquí no hay quien salga vivo económicamente hablando”.
Ramón Valencia remachó la idea de un abono potente como único sostén de la temporada maestrante. “Eso permitiría ser generoso en la confección de carteles”, añadió el gerente de Pagés abogando porque “un cartel tape a otro y se pueda defender la temporada”. “Es lo que antiguamente se tenía”, apostilló Valencia.
Pero
Ramón Valencia también se refirió a algunas innovaciones de la presente
temporada que aún no han logrado aumentar el taquillaje pero sí han
mejorado la comodidad del público. Se trata del traslado de las
novilladas picadas del mes de junio a las noches de los jueves siguiendo
la estela de los festejos de promoción. “Aún es pronto para valorar esta medida pero el que está viniendo lo está agradeciendo”, finalizó Valencia. Toca adaptarse a los tiempos.
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