sábado, 13 de octubre de 2018

Parte médico: cornada muy grave a Rubén Pinar en Las Ventas



Pinar aguantó heroico con una herida de dos trayectorias de 25 centímetros y 20 centímetros

Rubén Pinar, en el momento en el que el astifino pitón se hunde en su muslo derecho

Rubén Pinar, en el momento en el que el astifino pitón se hunde en su muslo derecho - Paloma Aguilar


Madrid 

El minuto de silencio por las víctimas de las inundaciones en Mallorca dio paso al Himno Nacional, roto por ovaciones y gritos de “¡viva España!”. Para ovación de gala el primero de Partido de Resina, uno de los toros más guapos de la temporada en Madrid. Lástima que no pasara la corrida completa...

Hizo amagos de saltar Rosalero, que manseó y barbeó las tablas de salida. Rubén Pinar lo metió con habilidad y sapiencia en el capote y Cortés quitó por chicuelinas. Cumplió el toro en varas.

Con aceptable embroque pero una despedida de cara alta, no le perdonó en un tornillazo en el inicio de faena y le metió el astifino pitón en el muslo derecho. Dura la cogida: desde el tendido se apreciaba la gravedad. Ni se miró Pinar, al que anudaron un corbatín e hicieron un torniquete para aminorar la hemorragia. Pero la sangre manaba a borbotones y las medias rosas se tiñeron de rojo caliz. Era la sangre de un torero, la sangre de la épica española. Con coraje y amor propio, acabó la seria faena, visiblemente dolorido y cojeando. Pero no se marchó a la enfermería hasta matar al antiguo pablorromero en medio de una gran ovación de reconocimiento a su esfuerzo.
Momento del percance a Pinar
Momento del percance a Pinar - Plaza 1
En el siguiente capítulo, a punto estuvo de vivirse una tragedia. Más feo y lavado de cara este segundo, que persiguió al banderillero José Antonio Prestel tras clavar un par. Mientras el subalterno tomaba el olivo, Camisita hizo lo propio, lanzándole con violencia hasta el tejadillo del burladero, en una imagen que horrorizó a los tendidos, y acabar sobre el propio toro. En una camilla humana lo trasladaron a la enfermería (le apreciaron contusiones en la mano y el muslo), donde estaban operando a Pinar. Tenía una papeleta por delante Javier Cortés con este toro, con un inteligente comienzo por bajo en su volutariosa labor. Pese a no andar acertado con la espada, saludó una ovación como premio a su esfuerzo con un manso pregonado, pitado en el arrastre.
El toro intenta saltar al callejón
El toro intenta saltar al callejón - Efe
Gómez del Pilar se fue a la puerta de chiqueros a recibir al tercero, un cárdeno claro al que hilvanó unas emocionantes verónicas en terrenos de chiqueros, con un torero recorte. Parecía querer humillar más este toro, pero se revolvía rápido y el madrileño se llevó algún susto. Aun así, se mostró muy firme y con mucho mérito, ganándose el respeto de Madrid. Del Pilar midió tiempos y distancias, muy metido en la faena. Con el toro cada vez con menor recorrido, se metió en los terrenos cortos y buscó la colocación, robando los muletazos de uno en uno, con un par de trincherillas de gusto.

Inconformista, se atrevió con unas manoletinas a un toro que no era la tonta del bote ni ninguno de esos que "se dejan" de tantas tardes. Cuando enterró la espada en el segundo encuentro, los pitones le buscaron a la altura de la hombrera. Se tragó la muerte el toro, con la boca cerrada.

Asomaron los pañuelos, pero sin llegar a cuajar la pañolada. Palmas al toro y vuelta al ruedo del torero, bandera de España en mano.

Por el percance de Pinar, Javier Cortés dio cuenta en cuarto lugar del que estaba previsto como quinto, el remiendo de José Luis Pereda, con dos perchas para colgar todos los abrigos del invierno. No le agradó este toro a un sector. Los aficionados lamentaban que la corrida de Partido de Resina no hubiese pasado completa y, para colmo, este amplio toro andaba justo de fuerzas y protestaba. Sin pena ni gloria transcurrió la actuación de Cortés. Silencio y algunos pitos al de Pereda.

Otra vez se fue Gómez del Pilar a la puerta de toriles a recibir al quinto (era el sexto), que se frenó y no pudo librar la larga. De nuevo se lució en los lances, con una bonita media. Manso de libro este pablorromero también, con el que Del Pilar se la jugó. Se metía por dentro a veces este Azulino. El madrileño demostró por momentos su capacidad, aunque ahora se desesperó y desistió ante la permanente huida del animal. No era fácil matarlo y lo mató mal, con voltereta para el puntillero. Sonó un aviso.
Gómez del Pilar da la vuelta al ruedo con la bandera de España
Gómez del Pilar da la vuelta al ruedo con la bandera de España - Paloma Aguilar
Aplaudieron de salida al serio sexto, con el que gustó Cortés con el capote. Se quedaba corto el descastado Avefría, que hubiese correspondido a Pinar. Era el último toro de la temporada venteña, pero no fue el soñado en bravura, pese a su bella lámina. Javier Cortés se esmeró pero no hubo opción a la brillantez.

Al finalizar el festejo, cuadrillas y matadores fueron ovacionados en una viva tarde en la que siempre se mantuvo la tensión con la digna actuación de los toreros frente a una corrida de Partido de Resina, con teclas, problemas y que se movió con su mansedumbre a cuestas. Al otro lado, ya en el hospital, se encontraba Rubén Pinar tras derramar su sangre en la corrida de la Hispanidad.

No hay comentarios: