Según un estudio reciente, el virus sobrevive más tiempo en unos materiales (como plástico y acero) que en otros (como el cartón) e incluso podría permanecer en el aire que nos rodea.
El estudio,
publicado el 17 de marzo en el New England Journal of Medicine, también
sugiere que el virus se desintegra durante el transcurso de un día en
materiales como el cartón, lo que disminuye la preocupación de que las
entregas a domicilio propaguen el virus durante este periodo de
reclusión y trabajo desde casa.
El
virus permanece más tiempo en plástico y acero, en donde puede estar
hasta 72 horas. Pero la cantidad de virus viable disminuye bruscamente
durante este tiempo. Por ejemplo, en el cobre solo sobrevive por cuatro
horas. Sobre cartón, sobrevive hasta 24 horas, lo que sugiere que los
paquetes que llegan por correo solo deberían tener niveles bajos del
virus, a menos que la persona que lo entregó haya tosido o estornudado o
lo haya manipulado con manos contaminadas.
A menos que las personas que manejan
cualquiera de estos materiales estén enfermas, el riesgo real de
infectarse es bajo, según dijeron los expertos.
“Todo
lo que hay en los supermercados y en los envases y bolsas de comida
para llevar en el restaurante podría, en teoría, tener virus
infecciosos”, dijo Linsey Marr, quien no formó parte del equipo que
desarrolló la investigación, pero es experta en la transmisión de virus
por aerosol y trabaja en el Instituto Politécnico y Universidad Estatal
de Virginia, en Blacksburg. “Podríamos volvernos locos discutiendo sobre
las posibilidades porque todo es una fuente potencial, por lo que
debemos centrarnos en los mayores riesgos”.
Si las personas están preocupadas por el riesgo, podrían limpiar los
paquetes con toallitas desinfectantes y lavarse las manos, dijo.
No está claro por qué el cartón sea un
ambiente menos hospitalario para el virus que el plástico o el acero,
pero puede explicarse por la absorción o las características fibrosas
del embalaje en comparación con las otras superficies.
Que el virus pueda sobrevivir y lograr ser infeccioso en los aerosoles también es importante para los trabajadores de la salud.
Durante semanas, los expertos han
sostenido que el virus no se transmite por el aire. Pero, de hecho,
puede viajar por el aire y permanecer suspendido durante aproximadamente
media hora.
Lo que sucede es que el
virus no permanece en el aire a niveles suficientemente elevados como
para ser un riesgo para la mayoría de las personas que no están
físicamente cerca de una persona infectada. Pero los procedimientos que
utilizan los trabajadores de la salud para atender a los pacientes
infectados pueden generar aerosoles.
“Cuando
ingresa un paciente con neumonía grave, ese tipo de pacientes deben ser
intubados”, dijo Vincent Munster, virólogo del Instituto Nacional de
Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos que dirigió el
estudio. “Todos esos procedimientos podrían generar aerosoles y
gotículas”.
Una investigación que está siendo analizada por expertos confirma este temor. Y otro estudio,
publicado el 4 de marzo en la revista especializada Journal of the
American Medical Association (JAMA), también indica que el virus es
transportado por aire. Ese estudio, realizado en Singapur, encontró el
virus en un ventilador ubicado en la habitación del hospital de un
paciente infectado, donde solo pudo haber llegado por vía aérea.
La OMS está estudiando investigaciones
sobre la transmisión por el aire del virus, pero de momento los
trabajadores de la salud deben usar un tipo de equipo —que incluye
máscaras de respiración— suponiendo que sí se transmite por esa vía.
“Según
la ciencia de los aerosoles y los hallazgos recientes sobre el virus de
la gripe”, dijo, “es probable que las máscaras quirúrgicas sean
insuficientes”.
Marr dijo que,
según la física, un aerosol liberado a una altura de aproximadamente
1,80 metros caería al suelo después de 34 minutos. Sin embargo, los
hallazgos no deberían causar pánico en el público en general, porque el
virus se dispersa rápidamente en el aire.
“Suena aterrador pero, a menos que estés cerca de alguien, la cantidad a la que has estado expuesto es muy baja”, afirmó.
Marr lo comparó con el humo del
cigarrillo o el aliento que es visible durante un día helado. Cuanto más
cerca esté otra persona del humo o al aliento exhalado por alguien, más
perciben el olor; entonces, para cualquier persona que esté más allá de
unos pocos metros de distancia, hay muy poco virus en el aire como para
ser un peligro.
Para evaluar la
capacidad del virus para sobrevivir en el aire, los investigadores
diseñaron lo que Munster describió como “experimentos bizarros
realizados en condiciones experimentales controlables bastante ideales”.
Utilizaron un tambor giratorio para suspender los aerosoles en niveles
de temperatura y humedad similares a los que hay en un hospital.
En
estas circunstancias, el virus sobrevivió y permaneció infeccioso hasta
por tres horas, pero su capacidad de infectar descendió radicalmente
durante este lapso, dijo Munster.
Dijo que los aerosoles podrían permanecer en el aire solo durante unos
diez minutos, pero Marr no estuvo de acuerdo con esa evaluación y dijo
que podrían permanecer en el aire el triple de ese tiempo. También dijo
que las condiciones en el experimento podrían ser menos cómodas para el
virus que un entorno de la vida real.
Por ejemplo, los investigadores usaron
una humedad relativa del 65 por ciento, dijo Marr. “Muchos, aunque no
todos los virus, no reaccionan bien a este nivel de humedad”, dijo. Hay
virus que sobreviven mejor a una humedad más baja o a una mucho más
alta. La humedad en una casa con calefacción es inferior al 40 por
ciento, “a lo que el virus podría permanecer todavía más tiempo”, dijo.
La
mucosidad y los fluidos respiratorios también podrían permitir que el
virus sobreviva más tiempo que los fluidos de laboratorio que los
investigadores usaron para sus experimentos.
Otros
especialistas dijeron que los hallazgos del estudio revelan la
necesidad apremiante de tener más información sobre la capacidad del
virus para sobrevivir en aerosoles y en condiciones diferentes.
“Necesitamos más experimentos como este.
Más estudios que extiendan más de tres horas el tiempo de muestreo
experimental para el virus en aerosol y que pruebe su capacidad de
sobrevivir en condiciones distintas de temperatura y humedad”, dijo
Jeffrey Shaman, experto en ciencias de la salud ambiental en la
Universidad de Columbia.
Munster
señaló que el nuevo coronavirus, comparándolo con sus primos cercanos
que detonaron epidemias previas —como los virus que causan el síndrome
respiratorio agudo grave (SRAG) y el síndrome respiratorio de Medio
Oriente (MERS, por sus siglas en inglés)—, no parece ser más capaz de
sobrevivir durante largos periodos. Eso sugiere que hay otras razones,
como la transmisión por personas que no presentan síntomas, para
explicar su capacidad de causar una pandemia.
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